En el famoso restaurante La Polar, donde asesinaron a un comensal el 8 de enero pasado, hace un año un empleado murió luego de caerse un elevador de carga.

Fue el 5 de diciembre de 2022 cuando se registró el incidente en la que una de las piernas de Fernando Espinoza fue cercenada.

Aquel día, el hombre estaba trabajando como desde hacía 16 años. Se encontraba en el salón Lupillo Rivera, en el primer piso del establecimiento y utilizó el elevador para ir al salón Ocotlán.

Sin embargo, al ingresar al elevador su pierna izquierda se le atoró entre el espacio que había entre el piso y el ascensor, que se desplomó a la planta baja.

Una ambulancia llegó e ingresó por la entrada por la que hace dos semanas fue arrastrado el cuerpo de Antonio, de 59 años, presuntamente agredido por empleados del restaurante.

Y a diferencia del caso de Antonio, en el de Fernando los empleados sí llamaron a los paramédicos, quienes lo trasladaron a un hospital privado porque no tenía Seguro Social. “Nunca tuvo seguridad social; de manera recurrente se le daba de alta y baja en el seguro social y el día del incidente no tenía (..) y era obligación patronal”, dijo Ceehir Fuentes, abogado de la víctima.

En entrevista con Excélsior, señaló que después de que llevaron a tres hospitales diferentes a Fernando, los dueños lograron arreglar lo del seguro y fue ingresado al Hospital de Traumatología. Debido a sus lesiones, le amputaron la pierna y brazo izquierdo. Murió el 20 de enero, a los 33 años. La última vez que su madre pudo hablar con él fue antes de que su hijo sufriera un paro respiratorio.

“Él estaba consciente, despierto, hablé con él. Lo primero que él me dice: ‘mamá, gracias a Dios estoy vivo’. Le digo ‘sí hijo, gracias a Dios’. Platicamos con él, todavía estaba consiente al segundo y tercer día”, dijo Amada Espinoza.

Recordó a su hijo como una persona tranquila y que no tenía vicios, además como un hombre responsable que entregó la mitad de su vida a su trabajo como mesero en La Polar, donde entró desde los 17 años.

El martes, Amada y su abogado acudieron a la Coordinación Territorial CUH-5 debido a un citatorio para el litigante.

Sin embargo, las autoridades les informaron que dicha agencia del MP cambió de domicilio, por lo que no pudieron tener acceso a la carpeta. El licenciado en Derecho señaló que a más de un año del hecho no se han registrado avances.

Incluso dijo que el expediente no ha sido reclasificado de lesiones a homicidio, pese a que la víctima falleció hace casi un año.

“Un homicidio provocado por la negligencia de la empresa al no tener una protección en el cubo de este montacargas y los responsables son ellos (dueños), que provocaron la muerte de manera indirecta”, indicó.

Fuentes reveló que por este caso también sostiene un juicio laboral para determinar quiénes serían los beneficiarios de la indemnización a Fernando.

“Yo sólo estoy pidiendo lo que es justo, para un trabajador que ha perdido la vida y que trabajó mucho tiempo con ellos”, declaró Amada, acompañada de sus dos hijas.

Excelsior

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