Hay dosis suficientes para matar a toda la población de EU.
Se producción requiere sólo de dos horas; ganancias son multimillonarias.
En EU es uno de los principales problemas de salud pública. En México, un gran negocio de los cárteles ante la indiferencia de autoridades.
El fentanilo resultó la droga perfecta. Es más potente que la cocaína, heroína y metanfetaminas; se produce sólo en horas y deja ganancias multimillonarias a los cárteles mexicanos. Esta droga y sus derivados están cambiando el mercado global de consumo de estupefacientes.
El fentanilo es un opioide sintético que es hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina. Es la causa de muerte de más de 100 mil norteamericanos cada año y en el mercado hay actualmente dosis suficientes para matar a toda la población de Estados Unidos.
¿Qué tan grave es el problema? La Administración de Control de Drogas estadounidense (DEA, en inglés) incautó el año pasado 379 millones de dosis potencialmente mortales de fentanilo, “suficientes como para matar a todos los ciudadanos estadounidenses”, confirmó la directora del organismo, Anne Milgram.
Es el doble de la cantidad confiscada en 2021, cuando más de 100 mil personas murieron en el país por sobredosis, según informó el diario The Washington Post.
La heroína y las metanfetaminas empiezan a ser cosa del pasado. La popularidad del fentanilo ha repuntado entre jóvenes de EU y México debido a que su efecto es ‘extremadamente potente’, al grado que un miligramo de más puede ser mortal.
Aunque esta droga no es nueva en el mercado, autoridades estadounidenses han mostrado preocupación en los últimos meses por la distribución de este opioide que ahora se vende incluso a niños en forma de pastillas de colores, como si fueran recetas o dulces inofensivos.
En Estados Unidos, el consumo de fentanilo en un gravísimo problema de salud pública, mientras que en México es tratado como un tema de mercado de drogas que deja ganancias globales por encima de los 150 mil millones de dólares, por lo que el gobierno mexicano prefiere ignorarlo y beneficiarse indirectamente de esas ganancias.
Cárteles y traficantes de drogas mezclan el fentanilo con otras sustancias como heroína, cocaína o metanfetamina. Lo hacen porque una cantidad muy pequeña de fentanilo causa un ‘colocón’ o ‘high’, lo que lo convierte en una opción más económica.
El negocio más grande del mundo
El narcotráfico hoy vive su propia revolución económica gracias al fentanilo, una droga para controlar el dolor descubierta en 1959 que a decir de expertos ha detonado una transformación acelerada al interior de los cárteles mexicanos, en particular, el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Es simple economía. Comparado con otros productos como la mariguana y la cocaína, el fentanilo es más barato de elaborar. No requiere de grandes terrenos, ni mucha mano de obra y solo de insumos fácilmente obtenibles en el mercado internacional, como precursores químicos poco regulados.
Además, es fácilmente transportable. Un sobre, un solo y simple sobre con un kilo de fentanilo puede drogar a poblaciones enteras y hacer sumamente rico a quien consiga comercializarlo en las calles de Estados Unidos.
Por ello, las pastillas de fentanilo son la droga ilícita más rentable para los cárteles mexicanos. Según la DEA, un kilo de fentanilo en polvo se puede transformar en un millón de pastillas de un miligramo, que pueden venderse en 10 o hasta en 20 dólares, según el mercado. Es decir, ese kilo del opioide puede generar ingresos de hasta 20 millones de dólares.
Eso no es todo. Mientras que la marihuana lleva un proceso de producción de cinco a seis meses, la cocaína de ocho meses a un año, la heroína de tres y cuatros meses, y las metanfetaminas de un par de días, el fentanilo sólo requiere de un par de horas, además de dejar ganancias abismalmente superiores que todas las demás.
Ilegalmente, esta droga se vende «en forma de polvo; vertido en gotas sobre papel secante; en envases de gotas para los ojos o rociadores nasales; o en pastillas parecidas a las de otros opioides recetados.
«La matemática del fentanilo es una locura», asegura Ioan Grillo, escritor y especialista en temas de narcotráfico.
«Si vemos lo que cuesta producir un kilo de cocaína, unos 2 mil dólares, después venderlo en Estados Unidos te genera 100 mil. Pero tienes que moverlo desde Colombia, pasarlo por Centroamérica, llevarlo por México y meterlo al norte. Pero con el fentanilo, puedes producirlo en un laboratorio cerca de la frontera y hablamos de que el margen de ganancia es 300 a 1. Por cada dólar que inviertes, sacas 300. Es irreal».
Los cárteles mexicanos se han dado cuenta de ello y junto a los fabricantes chinos han inundado el mercado estadounidense con fentanilo, lo que está generando un daño sin precedentes a esa economía
Pero, además, también se ha modificado el mercado tradicional. Hoy la droga ya no se vende de manera clandestina en barrios violentos o calles oscuras sino a través de las redes sociales. La DEA ha detectado que diversos cárteles de narcotraficantes mexicanos utilizan las redes sociales para ofrecer y vender fentanilo y medicamentos falsos en Estados Unidos, plataformas que les otorgan una gran flexibilidad para el tráfico de sustancias ilícitas.
Para Estados Unidos, un problema de salud pública; para México, un mercado de ganancias millonarias
El gobierno de México ha preferido ignorar el costo de la salud pública y permitir la expansión del mercado en la frontera norte. Esa es la razón por la que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aprovechó la Cumbre de los Líderes de América del Norte para hacer un reclamo al presidente López Obrador sobre el flujo de fentanilo desde territorio mexicano.
Autoridades estadunidenses aseguran que las organizaciones criminales mexicanas con el mayor control sobre el tráfico de fentanilo son el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El cambio de tendencia hacia el fentanilo en el consumo de droga aumentó el número de sobredosis y muertes en México en los últimos años. Sólo en Tijuana, según datos de Cruz Roja citados por el diario El Universal, se pasó de nueve muertes en los cuatro primeros meses de 2019 a 24 en el mismo período de este año.
La dimensión real de las muertes por fentanilo en México es desconocida e ignorada en la mayor parte del país. Los estados que más padecen esta nueva crisis de salud son los que se encuentran en el noroeste de la república, particularmente Baja California y Sinaloa.
Sin embargo, la ausencia de registros oficiales -alertan las organizaciones-, no contribuye más que a invisibilizar esta situación y no atenderla de manera correcta. Hasta ahora, para México no se trata de salud pública. En materia de mercado de drogas, Estados Unidos pone los muertos y México está recibiendo las ganancias.
El hecho de que México se convierta en el mayor proveedor de fentanilo ilegal provocará que el futuro de la guerra contra el narcotráfico se transforme radicalmente.
Con información de Infoabe, El Financiero, Revista UNAM, diario BBC y Forbes.