Prefacio.
Obligado a renunciar porque le detectaron negocios irregulares con entes fiscalizables, Felipe de Jesús Marín Carreón, quien fungiera como Director Jurídico del órgano de Fiscalización Superior (Orfis) trasladó sus “negocios” al norte de la entidad, donde se siente cobijado por servidores públicos que se prestan a torcer la ley. *** Su nuevo campo de acción parte del municipio de Papantla, donde se ha confabulado con la Tesorera municipal, Diana Alicia Bellido Díaz, quien hace algún tiempo fue secretaria de Fiscalización en el Congreso local y también pasó por el Orfis, en el cargo de Auditora Especial de Fiscalización a Cuentas Públicas. *** Felipe Marín y Diana Bellido se han coludido para extorsionar a contribuyentes de Papantla, a quienes les “fabrican” problemas y les “sugieren” que recurran a un despacho específico para cubrir sus irregularidades. *** Los negocios de Diana Bellido no pasan desapercibidos por el alcalde, Éric Domínguez, quien a su paso por la Legislatura presidió la Comisión de Vigilancia y conoce de estos temas. Sin embargo, el edil parece limitado para combatir estos abusos, al parecer porque estos dos personajes presumen contar con fuertes apoyos políticos de la capital del estado. *** Lo cierto es que, en su inagotable ambición, Felipe Marín y Diana Bellido afectaron intereses de personas muy poderosas, y un expediente de sus “negocios” ya está en un escritorio donde se toman las decisiones más delicadas para Veracruz. *** Pronto se verán las consecuencias.
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Es diputada local, llegó por la vía plurinominal, anotada en la lista de Morena.
Lidia Mezhua Campos, originaria de Zongolica, dijo confiar en el trabajo que realizan la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y a la Fiscalía General del Estado (FGE), pero admitió que cuando dialoga con habitantes de la sierra les sugiere “no salir de noche, de no ser necesario, para no ponerse en riesgo”.
Para infortunio de los veracruzanos, la violencia se extiende por toda la entidad.
Apenas la mañana de este domingo, en el municipio de Emiliano Zapata, conurbado con Xalapa, fue encontrado el cuerpo sin vida de un hombre, en un paraje conocido como “La Nopalera”, entre Cerro Gordo y Plan del Río.
Avisados por trabajadores del campo, elementos de la Policía Municipal llegaron al sitio y confirmaron que se trataba de un hombre de aproximadamente 35 años, que presentaba huellas de tortura y el tiro de gracia.
Por la tarde del mismo domingo fueron encontrados dos cadáveres dentro de una bolsa, a 60 metros de la carretera Las Choapas-Ocozocoautla, en el sur de la entidad.
En un sitio solitario, a un costado de donde había material para construcción, yacían los cuerpos de dos personas del sexo masculino, que presentaban marcas de tortura, se encontraban atados de las manos y a uno de ellos le habían desprendido la cabeza.
Pero, en efecto, la zona de Córdoba y Orizaba -y, por vecindad, la sierra de Zongolica- ha vivido un alarmante incremento en la violencia, que no ha podido ser frenada, incluso a pesar de una presencia significativa de elementos del Ejército Mexicano.
Apenas la semana pasada un comando armado secuestró y más tarde toerturó y asesinó a dos elementos de la policía estatal (un hombre y una mujer), además de dejar herido de gravedad a un tercer policía.
El incremento de la violencia en la zona (que el gobernador calificó de “exageraciones”) provocó que desde el pasado 7 de enero, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) asumieran el control de la seguridad.
El Coronel José Guadalupe Gómez Salado, comandante del 111 Batallón de Infantería y de la Fuerza de Tarea Oriente, informó que se desplegaron 300 efectivos, entre personal del Ejército y de la Guardia Nacional.
En realidad, desde octubre del año pasado se informó sobre la presencia del operativo “Fuerza de Tarea Oriente” en la Zona de Orizaba y Córdoba, que abarcaba municipios de Puebla y Veracruz.
Sin embargo, los hechos delictivos no han cesado.
El pasado viernes, la mesa nacional de seguridad informó que, en menos de dos semanas, se presentaron 44 homicidios dolosos en el estado de Veracruz.
Ya la organización internacional Human Rights Watch (HRW) había advertido que la decisión del gobierno de militarizar el país había sido un fracaso.
Tyler Mattiace, investigador de la División de las Américas de Human Rights Watch, explicó que en México la estrategia de asignarle tareas de seguridad pública a los militares se ha venido utilizando desde hace 20 años y ha sido un fracaso.
El especialista mencionó que durante el tiempo en el que se ha implementado la estrategia de utilizar a las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública, se ha visto un incremento constante en la violencia y homicidios que ocurren dentro del país.
El investigador denunció la falta de rendición de cuentas, por parte de las autoridades, sobre los abusos de militares en México y destacó que los elementos castrenses han matado, desde 2007 y hasta septiembre de 2022, a 5 mil 335 civiles, de acuerdo con datos del propio gobierno.
Mientras tanto, las denuncias que se han presentado en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) contra miembros del Ejército y la Guardia Nacional, desde 2018, han ido en aumento.
La estrategia de combate a la delincuencia en Veracruz -como en todo el país- ha fracasado por una sencilla razón: no existe tal estrategia.
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Epílogo.
Si los expertos en lo que en Veracruz se conoce como “política de café”, pensaban que la visita del secretario de Gobernación sería el acontecimiento más relevante de la semana pasada, seguramente es que no los invitaron a la celebración del cumpleaños del dirigente estatal del PRI, Marlon Ramírez Marín. *** Fue una fiesta del priismo veracruzano como hacía mucho tiempo no se veía. Figuras que destacaron en la política estatal y nacional (como Héctor Yunes, Jorge Carvallo, Lorena Piñón o Amadeo Flores Espinosa) hicieron acto de presencia en un evento que tuvo el sello de los jarochos: música, risas, baile y mucha, pero mucha grilla. *** El festejado asegura que la organización del evento se dio apenas un par de días antes, pero la convocatoria fue sólida, en calidad y en cantidad. ¡Felicidades! *** Los acelerados aseguran que las palabras del senador Julen Rementería, la semana pasada en Orizaba, fueron una claudicación anticipada a sus aspiraciones por la gubernatura. Podrían estar haciendo una errónea lectura de sus palabras. *** En su visita a Orizaba, Julen Rementería aseguró que la alianza opositora era ya prácticamente un hecho para la sucesión de Veracruz, en el 2024, y para ratificar sus palabras, mencionó que si las tres fuerzas políticas que integran dicha alianza (PRI, PAN y PRD) llevaran como candidato al alcalde orizabeño, Juan Manuel Diez, o al diputado priista José Yunes, él se sumaría sin dudarlo. *** Eso no quiere decir, sin embargo, que él no vaya a levantar la mano. Ya lo veremos.