Primer acto: el Presidente López Obrador dice que ayudar a los pobres es parte de su estrategia política, “porque ellos regresan el apoyo respaldando a la Cuarta Transformación”. “Ayudando a los pobres va uno a la segura porque ya saben que cuando se necesite defender, en este caso la transformación se cuenta con el apoyo de ellos”, regodeó el capullo tabasqueño.
Segundo acto. Mario Delgado presenta una denuncia ante el Instituto Electoral del Estado de México por “los más de 300 espectaculares y 200 anuncios exteriores en transporte público de Alejandra del Moral, precandidata del PRI a la gubernatura del Estado de México.” ¡Queremos que el pueblo del #Edomex decida libremente!, dijo el tenochca bolivariano.
Tercer acto. Los gobernadores morenistas publican una carta donde intentan exculpar a la jefa de gobierno y “corcholata” mayor de la responsabilidad del accidente del metro. “Condenamos el uso político y faccioso que la oposición ha hecho a este accidente. Es reprobable e inmoral que se busque lucrar con el dolor de las familias para sacar raja política atacando al Gobierno de la Ciudad”.
¿Cómo se llamó la obra? Cínicos y delincuentes.
Las expresiones de lo más granado del morenismo nacional muestran que ya perdieron contacto con la realidad. Que el poder se convirtió en una droga que los ha vuelto autoritarios, cínicos y delincuentes, y que están dispuestos a reventar al país si es necesario, como hoy lo están haciendo los bolsoneristas en Brasil.
En el primer caso, el presidente ya no tiene empacho en decir en la mañanera lo que siempre se ha dicho y que él mismo crítico por muchos años: el uso electoral de los programas sociales.
Aún se recuerda aquélla historia de que los gobiernos prianistas ya no necesitaban hacer fraudes electorales porque los votos los obtenían a través de los programas sociales. La trampa estaba en el lucro con la pobreza y por eso modificaron la ley electoral. Eso era absolutamente cierto. Tan cierto, que el presidente decidió seguir haciendo lo mismo con el presupuesto y la necesidad de la gente.
El tema es que con “ayudar a los pobres” ya no va uno a la segura. Los programas sociales han existido desde siempre. Los inventó el PRI y los utilizó electoralmente el PAN. Ambos perdieron elecciones presidenciales. Ni la pólvora arde en manos de pendejos.
El segundo caso es de risa loca. La denuncia que presentó Mario Delgado en contra de la precandidata a la gubernatura del Estado de México, Alejandra del Moral, es demencial. No porque le falta razón, sino porque ni por asomo se compara a lo que han hecho Delfina y sus secuaces –quitarle una parte de su sueldo a los trabajadores de Texcoco, por ejemplo-, y menos aún, los cientos de millones que se han gastado las “corcholatas presidenciales” para que las conozcan.
Marito habla de democracia cuando impulsan la desaparición del INE, promueven descaradamente la imagen de la jefa de gobierno de la Ciudad de México y recorren el país acompañados de gobernadores, como lo hacía en sus buenos tiempos Carlos Salinas y los gobernadores del PRI.
¿Qué pensará cuando se para frente a un micrófono y se pone a vomitar tal cantidad de sandeces?
La última perla es la de los ínclitos gobernadores morenistas, muchos de los cuáles no hubieran sido ni jefes de manzana de no ser por nuestra cabecilla de algodón. Por eso, la sumisión y estulticia no tiene límites.
Resulta que todo lo que se ha dicho de la negligente responsabilidad de Claudia Sheinbaum en el caso del metro no es más que el encabronamiento de sus adversarios políticos, cuando en realidad siguen acumulando muertes ante los frecuentes accidentes que sufre un sistema de transporte saqueado y colapsado.
Como en la tragedia de la Línea 12, volvieron a correr al más pendejo. Al que se puede sacrificar sin ninguna consecuencia. Se pueden poner a hablar de justicia cuando los responsables son ellos mismos y su incapacidad.
Los gobernadores se han convertido en una nueva mafia del poder, atentos siempre a firmar desplegados cuando la realidad los alcanza. Saben que en cualquier momento ellos y sus desastrosas administraciones necesitarán de la misma confabulación.
Lo malo es que a la carnala de Alex Lora no la salvarán los desplegados, los tuis ordenados desde palacio nacional ni las frases bonitas de sus secuaces. La ciudad de México la tiene perdida; el resto del país es cuestión de tiempo.
Cisneros le gana la nota al Gobernador
Pues nuestro góber ya tenía listo el guion y la chaqueta de jefe de prensa de la Fiscalía del Estado para hablar este lunes del asesinato del alcalde de Rafael Delgado, Isauro Ambrosio Tocohua y en eso que viene su Secretario de Gobierno, Eric Cisneros, y que le revienta la nota.
Resulta que el oriundo de Otatitlán informó desde ayer que el presunto asesino del ex edil murió durante un enfrentamiento, por lo que muerto el perro se acabó la rabia y ya no hay más que investigar.
Cisneros no se quedó ahí y dijo que el presunto asesino se hacía llamar “el Coyote” y que ya era buscado por las autoridades debido a una orden de aprehensión por el delito de narcomenudeo. Según el secre, al Coyote se lo pelaron apenas el viernes en una refriega ahí mismo en Rafael Delgado.
Así que el gober ya se puede ahorrar la conferencia de prensa.
La ratonera
¿De a cómo fue el cañonazo a los magistrados del TEJAV para que renunciaran y le dejaran el camino libre a los morenistas? Cuánta razón tenía Fidel: todo lo que se puede comprar, es barato.