Quien crea que con la sola detención de Ovidio Guzmán López el poderoso Cártel de Sinaloa queda descabezado y sentenciado a desaparecer, está muy equivocado.
Con la sola captura de “El Ratón”, difícilmente una golondrina hará verano.
Y es que esta organización criminal ha logrado subsistir al acoso gubernamental y de los cárteles rivales desde que su líder fundador Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, (a) “El Chapo”, fue detenido por primera vez en 1993 en Guatemala.
“El Chapo” es padre de 23 hijos reconocidos con cinco parejas diferentes, y otros cinco hijos con igual número de mujeres. Sin embargo, sólo cuatro de ellos, conocidos como “Los Chapitos”, han figurado en las operaciones criminales del también llamado Cártel del Pacífico: Joaquín y Ovidio Guzmán López, de 39 y 28 años de edad, respectivamente, e Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, de 39 y 36 años, los cuales comparten el control absoluto de la organización criminal con sus tíos Aureliano (a) “El Guano” y Miguel Ángel (a) “El Mudo” Guzmán Loera, y con Ismael “El Mayo” Zambada García, compadre del “Chapo” Guzmán.
Según Insight Crime, un sitio de internet especializado en temas de seguridad, los hijos de Guzmán Loera, a diferencia de su padre, han apostado más por un modelo de negocio supercapitalista, basado principalmente en la diversificación, la producción y la mano de obra.
En 2022, “Los Chapitos” demostraron su habilidad para trabajar con autonomía y al mismo tiempo hacerse con el control de la mayor parte del tráfico de fentanilo y metanfetamina en el centro y norte de México. No solo tomaron el control de la venta de droga en Culiacán, Sinaloa, sino también en otros lugares estratégicos de Sonora y Chihuahua.
La principal apuesta de estos hijos de “El Chapo” ha sido a la producción y al tráfico internacional de drogas sintéticas, lo que ha disparado el aumento de muertes en Estados Unidos por sobredosis de drogas opiáceas duras como el fentanilo. Tan solo en 2021 causó más de 80 mil decesos.
Ante la presión de Estados Unidos, en 2022 las Fuerzas Armadas apresuraron el decomiso de narco-laboratorios de drogas sintéticas en todo México. Entre mayo y junio del año pasado, autoridades mexicanas incautaron 72 laboratorios clandestinos en los que básicamente se producía metanfetamina (cristal).
De acuerdo con el secretario de la Defensa Nacional, general Luis Crescencio Sandoval, 65 de esos laboratorios fueron ubicados en Sinaloa, específicamente en los municipios de Cosalá, Culiacán, Elota y… Badiraguato, de donde es oriundo “El Chapo” Guzmán y el cual ha visitado en varias ocasiones el presidente López Obrador, donde se ha reunido públicamente con la madre del narcotraficante, lo que le ha valido al mandatario de Morena severas críticas de sus adversarios.
Sin embargo, aunque las drogas sintéticas han sido el fuerte de “Los Chapitos”, el mercado de la marihuana, pese a ya no tener el mismo valor en los EU por su legalización en varios estados, sigue constituyendo para ellos un negocio rentable a nivel local.
Una investigación de Business Insider reveló el nuevo modelo de negocio de Ovidio y sus tres hermanos, copiado de EU, con la instalación en Sinaloa de diversos expendios donde se puede comprar mercancía derivada del THC (tretrahidrocannabinol), desde cigarrillos hasta productos comestibles.
Su objetivo es dejar de lado la manera en que se vende la yerba en la calle para sustituirla con establecimientos donde se ofrezcan artículos manufacturados, según reveló un supuesto miembro del Cártel de Sinaloa, identificado como “El Padrino”, al citado medio estadounidense en un reportaje realizado por el periodista Luis Chaparro.
“Los Chapitos” también han incursionado en esferas ajenas al negocio de las drogas, como la pesca y la minería ilegal, así como el tráfico de migrantes.
La organización criminal cobra, por ejemplo, rentas por el tráfico ilegal de totoaba, una especie de pez usada como remedio médico en China, que está al borde de la extinción en México.
Y, según Insight Crime, también se han hecho de varios contratos de construcción con los gobiernos de Sonora, Durango, Chihuahua y… Sinaloa, donde en junio de 2021 fueron señalados de haber operado a favor de Morena en la elección de gobernador mediante el secuestro, la noche anterior de los comicios, de la estructura electoral del PRI.
Sin embargo, lo que presuntamente los distingue de otros grupos criminales, es que ellos no se habrían decantado por la extorsión, sino que, en su lugar, han impuesto prácticas comerciales en las que todo aquél que no se adapte a sus métodos, a sus precios y sus horarios, simplemente es eliminado del mapa.