La lealtad en este país, siempre se exige de los de abajo para los de arriba, nunca o difícilmente se otorga de arriba para los de abajo, es por eso que esta sociedad se encuentra gravemente deteriorada.

Quien se apega al conjunto de intereses de un grupo o grupúsculo encabezado por quien busca siempre el beneficio para sí mismo…no evoluciona; y siendo que la existencia es corta, la manipulación es larga, elevándose en los seguidores sumisos y entregados a un nivel de norma establecida manipuladora para quienes les siguen, quien siempre les titiritea, sin dar opción de libertad de consciencia; prisioneros de ello como se encuentran, no se rebelan ni identifican quién les congrega, siempre él es el beneficiado, él su familia y “cercanos”.

En esta sociedad, los hay quienes subsisten, sumisos, entreguistas, estableciendo en ello una norma “moral” de poca monta de seguir siempre al mismo aunque sea amoral; que no se dan cuenta de esa inmoralidad.

En ese debe ser, el titiritero, obliga, somete, mediante mentiras, la consciencia del matraquero, ahora matraqueado, y lo aliena a una lealtad ascendente de abajo hacia arriba…El titiritero, les exige, les obliga a una lealtad para él, y con esa membresía de lealtades, vende servil su propuesta a quienes definen candidaturas; pero la lealtad no desciende de arriba hacia abajo, una vez alcanzado su nefasto objetivo, traiciona, abandona con cinismo a quienes le siguieron.

Porque el que los dirige no tiene lealtad para sus seguidores, excepto para unos cuantos los “cercanos”, serviles, que le son necesarios para seguir acorralando, dominando a los otros…

Siendo que los otros –los seguidores- no se dan cuenta de ello…se motivan halagados de ser tomados en cuenta como matraqueros en un falso entusiasmo que les denigra.

No más de lo mismo y de los mismos, clama el pueblo.

Más rápido que de repronto, en unos días comenzará la rebambaramba…en tanto los querientes envían sendos mensajes de falsos deseos navideños para que sus seguidores realicen proselitismo…lo mismo de siempre y los mismos de siempre.