Prefacio. 

Cuitláhuac García se mostraba nervioso. No era su primer discurso frente al presidente, pero o había podido dominar ese nerviosismo. *** “Tenemos que hacer este compromiso, adquirir este compromiso de atender desde el nivel estatal este delito como el homicidio doloso. Desde luego, esto nos lleva a un planteamiento -desde mi punto de vista- de revisión de la actuación de las fiscalías estatales, porque es conocido que el cambio de la fiscalía en el estado de Veracruz dio lugar a una mejora considerable en la atención de estos delitos”, expresó con su titubeante voz. *** De pronto, de forma casi imperceptible, apareció un puntito oscuro en la comisura de sus labios, puntito que poco a poco se convirtió en un hilo rojizo. “Se mordió la lengua”, comentó uno de los asistentes. *** Por algún extraño interés alguien convenció al gobernador de que la reunión de gobernadores sobre seguridad era el mejor foro para salir a promover el desempeño de la titular de la Fiscalía, Verónica Hernández. *** Hay quienes aseguran que esa es la siguiente cabeza que le piden desde el centro del país para mejorar las condiciones de seguridad en Veracruz, y el gobernador no está dispuesto a seguirse deshaciendo de su gente. La renuncia obligada de Hugo Gutiérrez fue –desde la óptica de Palacio de Gobierno- un precio demasiado alto. *** Lo que no se esperaban el gobernador y sus colaboradores, fue el mensaje enviado por el presidente López Obrador: “…lo de las fiscalías es un buen tema. Los fiscales, si no actúan con rectitud es un obstáculo que se tiene para avanzar, porque ellos pueden llegar a acuerdos con la delincuencia, y está probado que cuando los fiscales no actúan con rectitud se nos disparan los índices delictivos, -está probado. Pero –también- no podemos utilizar las fiscalías de los estados ni a la Fiscalía General de la República con propósitos políticos o electorales”. *** ¿Quieren algunos ejemplos? Rogelio Franco, Yolli García Álvarez, José Manuel del Río Virgen y Tito Delfín Cano. *** Que lo entienda quien lo quiera entender.

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“Veracruz ha bajado notoriamente el homicidio doloso, el secuestro, el feminicidio. Y tiene algo que ver el que no rehuimos la atención a los delitos del fuero común, que corresponden a atender, desde luego, a la competencia estatal”.

Así se expresó Cuitláhuac García el viernes 2 de diciembre, ante el presidente López Obrador y gobernadores de todo el país.

Y una vez más, la necia realidad se encarga de refutar el discurso triunfalista de nuestro gobernador.

La Fiscalía de Veracruz, esa que –según el gobernador- ha permitido abatir los delitos del fuero común, confirmó el sábado 3 de diciembre que fue hallado del cuerpo sin vida de Rosa Isela Castro, jovencita de 20 años de edad, con 8 meses de embarazo, quien fue reportada como desaparecida el miércoles 30 de noviembre en la ciudad de Veracruz.

Horas después, la mañana del domingo, en Coatzacoalcos, fue localizado el cadáver de la jovencita Yesenia Martínez, de apenas 13 años de edad, quien había desaparecido un día antes, cuando salió a la tienda más cercana a su casa.

María de la Cruz Jaimes García, directora del colectivo feminista Cihuatlahtolli y Defensora de los Derechos Humanos de las Mujeres, dio a conocer que de enero a octubre del presente año se han contabilizado 556 desapariciones de mujeres en Veracruz: tenemos 88 feminicidios hasta el 3 de diciembre (…) La violencia en Veracruz es sumamente grave y exigimos a las autoridades que resuelvan la situación y que se ponga a discusión como un tema prioritario en la política pública”.

Coincide en ese diagnóstico asociaciones feministas y defensoras de los derechos de las mujeres de todo el estado.

Nancy Torres, vocera de Colmena Verde dijo que de 2018 a la fecha se han presentado seis casos similares al de Rosa Isela, pues en todos ellos las víctimas tenían entre 17 y 23 años, estaban embarazadas y el objetivo del crimen era despojarlas de sus bebés.

La activista Metzeri Ávila San Martín señaló que desde hace una década Veracruz es uno de los estados como mayor índice de violencia de género y el único con dos alertas de género.

La primera alerta fue por feminicidio y la segunda por agravio comparado, hecho que –apuntó- refleja el grado de vulnerabilidad y violencia contra las veracruzanas.

“Desde el 2019 se está impulsando una tercera alerta de género por desaparición forzada ante el grave contexto que vivimos”.

Metzeri Ávila comentó que no sólo es el feminicidio, sino también el posible delito de trata de personas y otros de alto impacto que afectan los derechos de las mujeres.

Cuitláhuac García, sin embargo, se dice convencido que “con el cambio” en la Fiscalía, las cosas han mejorado:

“Nosotros, al hacer cambios en la Fiscalía General del estado de Veracruz, logramos reducir en más del 34% el delito de homicidio doloso, logramos reducir este año -comparado con el anterior- en 88 por ciento el secuestro, y así por lo general hemos ido remarcadamente disminuyendo estos delitos, y en eso ha tenido que ver, en mucho, la actuación de la Fiscalía General del Estado”.

Esas son las cifras del gobernador, que se estrellan con los hechos.

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Epílogo. 

Enriquecedor, de verdad, el foro “Hablemos de Democracia”, organizado por el priismo veracruzano, en el que se generó un amplio espacio de debate y retroalimentación entre el priismo de experiencia y las nuevas generaciones de militancia tricolor. Bien. *** Una apertura pocas veces vista en el Poder Legislativo. El presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Juan Javier Gómez Cazarín, admitió que se analizan posibles cambios al proyecto de presupuesto de egresos 2023 que presentó la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan). *** El coordinador de los legisladores de Morena confirmó que se han presentado propuestas para asignar ampliaciones presupuestales a diversos órganos y dependencias, por ello “se están escuchando a todas las voces”. *** Afirmó que sí hay posibilidades de que se llegue a acuerdos que beneficien a las dependencias “siempre y cuando haya consenso de los diputados”. *** Tuvo que llegar el presidente y tratar el tema de forma abierta, para que el gobierno de Veracruz admitiera que los penales veracruzanos enfrentan sobrepoblación. *** El reclusorio de Pánuco, con una capacidad de 69 personas, tiene una población de 110 reclusos; el penal de Chicontepec, con una capacidad de 52 personas, tiene una población de 90 personas y el de Poza Rica, con una capacidad de 234 personas, tiene una población actual de 378 reos. *** En Misantla la cárcel tiene una capacidad de 244 personas, pero su población actual es de 271; el de Amatlán de Los Reyes (La Toma) con una capacidad de mil 120 personas, tiene una población de mil 376 internos, y el de Coatepec (Pacho Viejo), con una capacidad de 875 personas y una población de mil 143 reos. *** En San Andrés Tuxtla, con una capacidad de 422 personas y una población actual de 427 reclusos. *** Gatopardismo: “cambiar todo para que las cosas sigan iguales”. Eso es lo que sucede en el malogrado Poder Judicial.

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