Los nervios y la emoción estuvieron al cien entre los fanáticos de la Selección Mexicana; la suerte socorrió a los xalapeños con la pantalla colocada otra vez por el deportista de la colonia Emiliano Zapata, David Castillo Campos en el parque Juárez.

Los aficionados pusieron toda su concentración; sus cinco sentidos estaban dirigidos a la proyección de la imagen de una pantalla de apenas 36 pulgadas y una bocina portátil que repetía las imágenes y la crónica deportiva desde el otro lado del mundo, Qatar.

Lo opuesto a los aficionados que se sentaron en el piso del parque; en los restaurantes, bares, y taquerías de la avenida Ávila Camacho y el centro histórico se observó a los otros xalapeños que disfrutaban el partido de fútbol con una cerveza fría, unas alitas bañadas en salsa de mango-habanero, o la orden de tacos al pastor bien servida con su cilantro, cebolla y piña.

En los bares, la cerveza, la botana de cacahuates, el pozole y los tacos de salsa chicharrón estaban en la mesa, a pedir del cliente que sufría y gozaba a la vez con el encuentro México-Arabia.

AVC

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