Una familia conformada por amas de casa y campesinos originarios de Vega de Alatorre fueron golpeados, amenazados de muerte y forzosamente desplazados por tres presuntos policías ministeriales de la Fiscalía General del Estado (FGE) que les exigen entreguen un arma de fuego o los asesinarán.

La madre de familia originaria de ese municipio, Vianey Hernández, solicitó el apoyo del gobernador Cuitláhuac García Jiménez y de la Fiscal General del Estado, Verónica Hernández Giadáns para que la resguarden a ella y su familia, porque desde el jueves 10 de noviembre, dos hombres y una mujer que se presentaron cómo policías ministeriales los persiguen y amenazaron con matarlos.

Vianey Hernández informó que el jueves 10 de noviembre a las 11:00 horas del día, ella y su esposo, el campesino Gaudencio Morales, viajaban a bordo de una cuatrimoto; habían salido de la localidad El Bejuco para dirigirse al rancho El Centenario donde tienen un terreno con siembra de plátano, café, maíz, y limón, productos que cosechan para su consumo y trueque con sus vecinos.

Cuando iban rumbo a El Centenario una camioneta color blanca los golpeó por atrás una vez y a la segunda los tiró; enseguida los ocupantes bajaron de la camioneta para amenazar a Gaudencio y él comenzó a correr, mientras que Vianey quedó atrapada debajo de la cuatrimoto.

“Mi esposo corrió, una mujer y dos hombres iban tras de él; se regresó un hombre, yo inconsciente: le dije ayúdeme a sacar mi pierna de la cuatrimoto, pero no quiso, quedé herida ahí”.

La mujer con edad de 33 años y madre de dos menores de edad informó que años atrás, una menor de edad acusó a su esposo Gaudencio por el presunto delito de abuso sexual; así que él estuvo detenido en Martínez de la Torre dos días, y lo liberaron después de que un médico legista corroboró que la presunta víctima no estaba lesionada, ni había sufrido violación.

“El papá de la chamaca le exigía a mi esposo más de 30 mil pesos para retirar la demanda pero mi esposo no se los dio, entonces lo detuvieron dos días, a ella se la llevaron a Misantla le hicieron estudios y dijeron que no habían salido huellas de mi esposo, lo dejaron libre, no sé porqué lo acusaron, sólo pedían y pedían dinero, ellos son del rancho El Centenario, queremos que nos dejen en paz”.

Vianey refiere que nunca antes habían hablado con los dos policías hombres y la mujer ministerial, tampoco habían llevado a su casa citatorios de la FGE, por lo que no saben el motivo de la persecución, y asegura que no tiene en su poder el arma de fuego.

Desde el jueves, los tres policías los han perseguido y buscado en la casa de sus familiares ubicadas en diversas localidades de Vega de Ala Torre para exigirle a Vianey que devuelva la pistola.

Lamentó que estos tres presuntos policías ministeriales a bordo de la camioneta color blanca acudieron a la casa de su padre y madre, a la de su suegro y suegra, a la de su cuñada, y llegan golpearles la puerta, lanzarles groserías y amenazas, a cambio de que devuelvan la pistola.

Ahogada por el llanto y el miedo, Vianey expresó: “No sé que pasa, nosotros no tenemos ninguna pistola, sólo quiero que me dejen en paz, quiero ver a mis hijos, mi mortificación son mis hijos, están chiquitos, ya no puedo, estoy traumada, tengo pesadillas, por favor quiero protección para mi familia, si algo le llega a pasar a mi gente los hago responsables a ellos tres”.

Vianey refirió que desde el jueves no sabe nada de su esposo Gaudencio, desconoce si lo detuvieron o si los tres policías le hicieron un daño mayor, además de que ella tuvo que huir de Vega de Ala Torre para refugiarse en otra población a fin de salvar su vida.

“Por favor señor gobernador yo sólo pido ayuda, temo por mi vida, la vida de mis hijos, están chiquitos de cuatro y seis años, somos gente humilde del campo, nosotros no tenemos ninguna pistola; señora fiscal ayúdeme por favor, que se aclare todo esto, quiero ver a mis hijos y no puedo, tengo que esconderme o me matan, me amenazaron los ministeriales” finalizó Vianey.

AVC

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