Con sus 52 centímetros y 2,77 kilos de peso, el pequeño Damián ha llegado al mundo envuelto en una gran expectación. Y es que, aunque él aún no lo sabe, este bebé nacido en Santo Domingo es el primero que, simbólicamente, nace en República Dominicana como aporte al cómputo mundial de 8.000 millones de personas.
Su nacimiento se ha producido en la noche de este martes, 15 de noviembre de 2022, una fecha que marca un hito en materia de crecimiento demográfico, al llevar a la población mundial a esta cifra -según las estimaciones de la ONU- que el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) visibiliza bajo el lema ‘8 Mil Millones Más Fuertes’.
El alumbramiento se ha producido «sin ninguna complicación», según ha indicado a Efe el doctor Michael Trinidad, que junto a su equipo ha asistido en el parto a la madre de Damián, y ha manifestado el privilegio que supone para la maternidad Nuestra Señora de la Altagracia haber traído al mundo al (simbólico) habitante 8.000 millones.
Por su parte, la representante nacional del UNFPA en República Dominicana, Sonia Vásquez, ha afirmado que la llegada de este bebé representa «mucha esperanza en que todos los niños que nazcan en este planeta (…) los recibamos con condiciones». «Eso es lo que procuramos, cero muertes maternas, cero morbilidad, cero enfermedades y salud», ha explicado.
La población mundial alcanzó los 7.000 millones en 2011 y se estima que llegará a un máximo de 10.400 millones hasta el año 2100, teniendo en cuenta que el ritmo de crecimiento demográfico mundial está disminuyendo desde la década de 1970 y que cayó por debajo del 1% por primera vez en 2020, según datos de UNFPA.
De hecho, el crecimiento poblacional se ha ralentizado, la tasa de fecundidad está siendo menor, aunque la esperanza de vida sigue aumentado, mientras la migración internacional da forma al cambio demográfico, la población mundial envejece con rapidez y las mujeres viven más que los hombres. Las tasas de natalidad varían de país a país, y mientras algunas poblaciones siguen teniendo un rápido crecimiento, otras empiezan a ralentizarse.
Desde el UNFPA destacaron que para desarrollar la resiliencia demográfica en el mundo se debe invertir en mejores infraestructuras, educación y atención sanitaria, así como garantizar el acceso a la salud y los derechos sexuales y reproductivos.
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