Por Eduardo Corsario
Periodista de ciencia, salud y tecnología
Política científica México
Actualizar para contar con un programa de Ciencia y Tecnología (CyT) con pertinencia social derivado de una consulta pública es uno de los objetivos de la actual política científica instaurada por el Consejo Veracruzano de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico (Coveicydet).
Desde este punto de vista argumenta el actual director de Coveicydet− físico de formación y egresado del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE)− al respecto de la necesidad de abrir a la comunidad institucional e independiente inmersa en CyT y a la ciudadanía el espacio para el hilvanar de ideas, matices y discusiones relativas al diseño del nuevo Programa Estatal de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico (Proveicydet), cuyo registro de propuestas se encuentra en curso, las cuales (si son aceptadas) los postulantes presentarán en noviembre de manera online y presencialmente en las diferentes regiones del estado.
La necesidad de emitir una convocatoria para el diseño del Proveicydet estriba−comenta Mayorga Cruz− en cumplir un objetivo administrativo e institucional. Pero más que nada en tener en el estado de Veracruz un impacto social descentralizado: llegar a las prioridades de las regiones y ver de qué forma la Cy T puede dar cuenta de ello. “Queremos un Programa que realmente sea el resultado de una consulta real, no maquillada como en otras entidades: solo se hacían por compromiso, por cumplir con un requisito administrativo. Nosotros queremos que este sea realmente un ejercicio de acercamiento, de reflexión con la sociedad, que pueda quedar plasmado en un documento que además será público y no solo nos va a ayudar a nosotros a mejorar nuestro trabajo, sino que sea un documento que rija los trabajos a futuro: qué es lo que la misma sociedad puede ser capaz de aportar, señalar y reclamar no solo a los que estamos actualmente, sino también a las siguientes administraciones, independientemente de cualquier orientación política”.
La historia de la génesis de un Programa como este es relativamente reciente. Contó para su primera elaboración no solo con funcionarios. Miembros de la comunidad en CyT tuvieron voz y voto. Se desprende de la Ley de Fomento a la Investigación Científica y Tecnológica del Estado de Veracruz. Según se establece en el documento “Programa Veracruzano de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico” (que el lector puede revisar en: http://covecyt.gob.mx/wp-content/uploads/transparencia/fracc7/PROVEICIDET.pdf) tal idea materializada tiene la finalidad de establecer las normas para “fomentar, impulsar, fortalecer y coordinar las acciones públicas y privadas orientadas a desarrollar la investigación científica y el desarrollo tecnológico en beneficio de la sociedad”, se lee en el mismo.
Desde aquel momento, en la historia de la CyT veracruzana, ya se consideraban algunos conceptos y nociones que hoy en día se encuentran en la discusión. Tal es el caso de la idea según la cual se debe descentralizar cada una de las actividades de gestión y divulgación que se perfilan a generar una apropiación del conocimiento en la materia y lograr la socialización de la ciencia. Así, el mismo documento citado, en su parte de política general, sostiene:
“Dentro de las estrategias para mejorar los niveles de educación y bienestar de los mexicanos, planteadas en el Plan Nacional de Desarrollo (PND), está promover que las actividades científicas y tecnológicas se orienten en mayor medida a atender las necesidades básicas de la sociedad, fundamentalmente en alimentación, salud, educación, medio ambiente y combate a la pobreza, sin descartar a la ciencia básica que es fundamental para la educación y el desarrollo cultural del país. El PND propone también impulsar la descentralización y la difusión de las actividades científicas y tecnológicas y su incorporación a los temas de interés regional y local”.
Nombres de integrantes de la comunidad de CyT resaltan en la elaboración y coordinación de este programa. Tal es el caso de Irving R. Méndez Pérez, Carolina Ochoa Martínez, Carlos M. Welsh Rodríguez, Heriberto G. Contreras Garibay y Adalberto Tejeda Martínez, gran parte de ellos especialistas en cuestiones medioambientales.
Un nuevo Proveicydet: el reto de una ciencia inclusiva y basada en la pertinencia social
Para Mayorga Cruz (observando la posible participación) se tiene que ver al ejercicio de la consulta como una especie de retribución social que la academia, la investigación y el laboratorio debería tener con su contexto cercano. De ahí que el criterio fundamental y específico sea la pertinencia social. De esa manera, relata, se abriría la posibilidad de un documento ad hoc con ciertas necesidades, o en palabras del funcionario en temas de CyT: “La necesidad de contar con un instrumento moderno, fresco, que además quede debidamente plasmado”.
“El programa pasará por todos los órganos y directivos de este Consejo. Y al final debe ser aprobado por el Congreso del Estado y publicado por la Gaceta Oficial. Estamos hablando también de que obedece a una cuestión de congruencia, una cuestión de orientar, de vincular y de dar la oportunidad a los sectores para que se sientan de algún modo escuchados, pero también reflejados. También necesitamos garantizar lo que se está haciendo: garantizar el impacto social”.
El término concreto de pertinencia o impacto social ya es parte de la jerga de integrantes de la comunidad científica y divulgativa. En el estado de Veracruz surgen proyectos científicos y divulgativos que se enfocan en ese matiz y curso de acción. Pero de acuerdo con el físico y óptico titular de Coveicydet este es un término relativo. Y en ocasiones usar y practicar ciertos parámetros de medición contribuye a tenerlo claro tanto en la parte teórica como en la práctica:
“No porque todos trabajen, investiguen y publiquen sobre la pandemia y sus consecuencias significa que los demás temas dejen de ser importantes. Todo lo contrario. A veces olvidamos que las temáticas son como un árbol o como una red neuronal. Todo está relacionado en mayor o en menor medida. La pandemia nos enseñó que detrás y alrededor de ella hay consecuencias psicológicas, sociales, científicas y tecnológicas. Hay toda una serie de temáticas que están alrededor y no las vemos. Pero la sociedad sí las ve”.
En el marco de la participación dentro de la Consulta Pública, quien proponga un tópico en tanto miembro de la comunidad académica, de investigación o como tecnólogo deberá tomar en consideración ese puente entre práctica científica y sociedad, desde el punto de vista de la necesidad y el apremio. “No se puede soslayar cuáles son esas ramificaciones, esos impactos que hay. Y si hay propuestas que vengan de las mismas sociedades que no sean necesariamente enmarcadas en ciencias duras (físicas y matemáticas) no teman que porque su temática no pertenece a un reconocimiento tradicional no significa que no sea importante. Aquí hemos estado lanzando convocatorias para proyectos de carácter social. La labor de este Consejo o por otro o por el mismo Conacyt es señalar qué es lo que se entiende o cómo se mide el impacto social”.