La tecnología avanza a pasos agigantados y, con ello, las empresas tecnológicas empiezan a desdibujar las fronteras de servicios que ofrecen las llamadas big tech como Netflix, Whatsapp y Spotify, respecto a las compañías de telecomunicaciones como Telcel, AT&T, Dish, Megacable, entre otras.
Esta situación se puede ver en los servicios de contenidos y de mensajería en donde las plataformas de streaming de video y audio, como Netflix y Spotify, y de mensajería, como Whatsapp, ya interactúan en los mercados de las empresas cableras y de telefonía móvil, generando una presión de competencia. Esta situación toma más relevancia por los cambios de hábitos de consumo que están presentando los consumidores.
Maryleana Méndez Jiménez, secretaria general de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (ASIET), reveló que de 2012 a 2017 los modelos de negocio y servicio de las empresas tecnológicas empezaban a dar señales de una sustitución de servicios.
Por ejemplo, las llamadas internacionales vía telefónica decrecieron 17% mientras que por plataformas digitales aumentaron 354%; en tanto, el rubro de mensajería a través de SMS tradicionales decrecieron 17% mientras que en apps como Whatsapp incrementaron 967%.
En este sentido, la experta asegura que si bien se tratan de datos de hace varios años, es probable que con la pandemia hayan aumentado el uso de servicios de comunicación de las tecnológicas y haya disminuido el de las empresas de telefonía móvil.
“En Brasil, el 61% de sus habitantes prefieren hacer llamadas por WhatsApp en lugar del servicio móvil y sólo el 39% prefiere la llamada móvil; es decir, esas fronteras de servicios empiezan a desvanecerse”, advierte.
Expertos en regulación coinciden que es necesario revisar la regulación de ambos actores, pues empresas tecnológicas de mensajería como de video bajo demanda operan sin reglas claras mientras que las compañías de telecomunicaciones como de telefonía móvil y de TV de paga se rigen bajo normas para evitar prácticas anticompetitivas.
Actualmente las empresa de telecomunicaciones están sometidas a regulaciones que abarcan impuestos por el derecho y uso del espectro, multas por casos de incumplimiento, protección al consumidor en términos de privacidad y de calidad de los servicios, mientras que las OTT (o servicio de transmisión libre) sólo están sometidas al pago del Impuesto por el Valor Agregado (IVA) y el Impuesto Sobre la Renta (ISR), pero ambos son cargados a los usuarios.
“Se está desarrollando una relación simbiótica ente los operadores OTT y los operadores de telecomunicaciones. La idea para el tema de voz y mensajería es nivelar el terreno de juego entre ambos actores, ya sea regulando a las OTT o desregulando a los operadores con menos obligaciones a fin de nivelar el juego”, aseguró Javier Morales Fhon, consultor en tendencias de mercado en América y a nivel Global en Cullen International.
Para Martin Peitz, Profesor de Economía en la Universidad de Manheim y director del Centro de Competencia e Innovación de Mannheim, Alemania, aseguró que la sustitución de los servicios tradicionales de las telecomunicaciones respecto de las tecnológicas dependerá de los accesos y habilidades tecnológicas de las naciones; sin embargo, dado que cada vez más las personas entran al mundo digital, los reguladores deben analizar opciones a fin de que las compañías de telecom no se reduzcan a ‘tuberías para los servicios digitales’.
La televisión de paga y las empresas de telecomunicaciones para hacer frente a los nuevos competidores tecnológicos han decidido aliarse con ellos a través de sus estrategias de empaquetamiento a fin de fidelizar a sus usuarios y no perder relevancia dentro de sus mercados.
Miguel Flores Bernés, Abogado del despacho Greenberg Traurig, LLPl, reconoce que las plataformas de video y audio están creciendo de manera acelerada e irrumpiendo fronteras, lo cual genera un desbalance regulatorio, pero, debido a que los mercados tecnológicos cambian de manera constante, resulta complicado generar una regulación.
“Me parece que en México todavía no estamos listos para preparar un marco regulatorio, pero sí tenemos instrumentos como las investigaciones de mercado para identificar barreras a la competencia o la existencia de insumos esenciales y debemos aprovechar esos mecanismos que tenemos”, señala Flores.
¿Qué hacen otras naciones?
Sin duda el desarrollo de los servicios de las empresa tecnológicas están obligando a los reguladores del mundo a replantearse las reglas del juego, pero es complejo debido a que rápidamente surgen nuevos modelos de negocio que no permiten vislumbrar si pueden en un futuro convertirse en una barrera a la competencia.
Sin embargo, lo que sí están analizando los entes antimonopolios a nivel mundial es lograr un piso parejo entre las empresas de telecomunicaciones y las OTT.
Por ejemplo, en 2020, el regulador de la India aseguró que no era necesario regular a las plataformas, pero debido a su desarrollo y uso en los mercados, de manera reciente ha publicado una consulta pública para establecer una nueva ley de telecomunicaciones para regular a las OTT como servicios telecom, lo cual las sujetaría a los mismos requerimientos de licencia y establecimiento legal, verificación del usuario final y colección de datos de los consumidores, uno de los principales activos de estas empresas que les permite desarrollar nuevos modelos de negocio.
En tanto que en Corea ha obligado a su plataforma llamada Kakao a pagar de manera doble el uso de las redes de los operadores telecom, es decir, tanto a las empresas como al gobierno. Esto también sucede con Netflix y Google.
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