Académicos de las instituciones educativas más importantes del país enviaron una carta a la Cámara de Diputados en la que se señala que la reforma electoral, planteada desde el Ejecutivo, “sería una amenaza a la celebración de elecciones limpias y justas”.
“En el mejor de los casos, las reformas propuestas por el Poder Ejecutivo desequilibrarían gravemente las condiciones de competencia electoral, regresando a México a una etapa de elecciones sesgadas en favor del gobierno en turno”, dicen los académicos en la misiva.
De acuerdo con los firmantes, integrantes de la UNAM, el CIDE, el ITAM, la UAM, El Colegio de México y la Universidad Iberoamericana, algunas de las propuestas debilitaría a tal punto a las instituciones electorales -al Instituto Nacional Electoral (INE) y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF)-, que pondrían en entredicho su autonomía y, con ello, la propia limpieza y credibilidad de las elecciones.
Como recientemente ha sustentado la Comisión Europea para la Democracia por el Derecho, órgano consultivo del Consejo Europeo, la iniciativa de reforma presentada por el gobierno de México pretende trastocar de raíz un sistema electoral que ha demostrado su buen funcionamiento, dicen los académicos.
La carta está firmada por José Woldenberg, Rafael Pérez Gay, Jacqueline Peschard, Denise Dresser, María Marván Laborde, entre otros.
“El espíritu y contenido de dicha iniciativa ponen en riesgo años de evolución democrática. Propuestas como la eliminación o reducción del financiamiento público de los partidos políticos; el achicamiento de los órganos de deliberación y representación, empezando por el Congreso mismo; la elección popular de autoridades electorales; la desaparición de los órganos electorales; o los recortes de personas y recursos al INE descansan sobre premisas falsas, y sólo agravarían los supuestos problemas que sus promotores dicen quieren remediar”, detallan en el documento.
Los académicos indican que estas iniciativas parecen responder a “una tentación por aprovecharse del poder concedido por la ciudadanía en elecciones libres y justas para socavarlas”.
“Esta es una tentación muy poco democrática y que, de materializarse, pondrían al país en una condición política peligrosa y precaria”, añaden.
“Millones de mexicanas y mexicanos de todas las regiones y condiciones sociales lucharon, por generaciones, para que el país contara con instituciones que garantizan el voto libre, la administración electoral autónoma y condiciones parejas de competencia”.
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