El rector de la Universidad Veracruzana (UV), Martín Aguilar Sánchez, rindió apenas a mediados de septiembre su primer informe de actividades y ya enfrenta una crisis de legitimidad: el miércoles antepasado, la doctora Elena Rustrián Portilla renunció sorpresivamente a la Secretaría Académica –un caso inédito en la era autónoma de la máxima casa de estudios de la entidad–, y ante la aparente ausencia de mejores opciones en su entorno que en 2021 lo llevó a la Rectoría, el sociólogo decidió proponer a la Junta de Gobierno para ocupar ese estratégico puesto vacante al doctor Juan Ortiz Escamilla, su excamarada del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales, pero quien incumple con el requisito de edad máxima que exige la Ley Orgánica de la UV.
De hecho, Ortiz Escamilla, quien es reconocido como un valioso investigador académico, tampoco cumplía con este mismo requisito legal cuando previamente asumió la Dirección General de Investigaciones.
Anteayer, Jorge Manzo Denes, quien el año pasado contendió por segunda ocasión por la Rectoría, cuestionó en redes sociales un comunicado que diez días después de la renuncia de la doctora Rustrián emitió la Junta de Gobierno de la UV para “transparentar sus decisiones” respecto a la designación del nuevo Secretario Académico.
En uno de los puntos medulares, el doctor en Neuroetología rebate un antecedente similar que refieren en relación al titular de la Secretaría Académica, señalando que omiten decir que en aquella ocasión el mismo Abogado General de la UV le expresó a la Junta de Gobierno que “para la designación del Secretario Académico debería atenderse a la fracción II del Artículo 40 de la Ley Orgánica, esto es, a la condición de tener más de treinta años y menos de sesenta y cinco años de edad, al momento de la designación”. Manzo refiere que, así como ahora, en el pasado también se hizo caso omiso de ese artículo, por lo que planteó que “como universitarios necesitamos de manera urgente analizar la transparencia en el desempeño de la Junta de Gobierno”.
En cuanto a la “interpretación” de la ley que menciona el comunicado oficial, recordó que quien tiene la atribución de estructurar y aprobar la Ley Orgánica de la Universidad Veracruzana es la Legislatura del Estado, no este grupo de notables de la UV, y recuerda un antecedente suscitado en diciembre de 2003, durante la administración del doctor Víctor Arredondo Álvarez, el primer rector autónomo.
En efecto, el pleno de la LIX Legislatura local, presidida por el entonces diputado priista, Amadeo Flores Espinosa, interpretó “de forma auténtica que el artículo 16 de la Ley Orgánica de la Universidad Veracruzana, en virtud del principio de no sujeción o no causación”, eximía a la UV del pago del Impuesto sobre Nómina previsto en el artículo 98 del Código Financiero para el Estado de Veracruz.
Por ello, es que Manzo Denes exige a la Junta de Gobierno que informe a la comunidad universitaria si sometió a aprobación de la Legislatura estatal su interpretación de ley para dispensar el requisito de la edad al doctor Ortiz Escamilla.
Sin embargo, el académico del Instituto de Investigaciones Cerebrales apunta, con preocupación, que para justificar esta ilegal designación la Junta de Gobierno haga la “grave aseveración” de que son momentos de “gran desmesura e intromisión política”, por lo que les pide que presenten evidencias para que la comunidad universitaria haga valer “nuestra autonomía”.
Zenyazen: atento y ocupado
Zenyazen Escobar está cobrando fama en el gabinete del gobernador Cuitláhuac García como un secretario todoterreno, ya que no hay semana en la que no se tengan noticias del intenso trabajo que despliega en la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) a pesar de que los recorridos que realiza por todas las regiones de la entidad han hecho mella en su salud, pues en dos ocasiones se le ha visto con bota ortopédica debido a una lesión que padece en el talón de Aquiles.
Sin embargo, la aceptación que va ganando entre los veracruzanos por su trato accesible y sensible ha levantado ámpula entre quienes intentan denostar el trabajo del maestro, a grado tal que ahora lo quieren inculpar directamente de todas las situaciones que se vienen presentando en el alumnado de algunos centros educativos.
Escobar García no ha rehuido sino que ha encarado todo tipo de problemas en el vasto sector educativo. Por ejemplo, en el caso de la Escuela Secundaria 67 de Álamo ha estado preocupado y ocupado desde el primer momento en que se reportaron síntomas de intoxicación de unos alumnos. De inmediato se presentó, dialogó con madres y padres de familia y ha estado en contacto permanente con las autoridades sanitarias y directivos del plantel escolar.
La misma atención y seguimiento ha dado al otro caso de los tres alumnos que se desvanecieron en el CBTIS 165 en días pasados y de la persona que se sintió mal en el CETIS 146 de Río Blanco, ambos pertenecientes al sistema educativo federal.
Quienes pretendieron aprovechar estos lamentables sucesos para desacreditar al titular de la SEV se llevaron tremendo chasco luego de que el propio gobernador Cuitláhuac García asegurara en conferencia de prensa, con el respaldo de especialistas, que se trató de psicosis colectiva, del mismo modo que han quedado aclarados los casos de otros estudiantes de Coatepec y Río Blanco.
A ver ahora qué inventan las mentes febriles de los detractores del secretario de Educación, que al parecer no logran digerir el crecimiento del exdiputado local de Morena en las encuestas de aceptación popular.