Por Yair Ademar Domínguez.
En Tlapa de Comonfort, en la montaña de Guerrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que faltan 23 meses para que concluya su mandato y que tiene el propósito de cumplir todos los compromisos, todos los retos que se propuso; el desafío, añadió contundente, “es vencer el tiempo”. Sin duda, su trabajo, la ingente obra construida por todo el país, trascenderá el tiempo y la historia.
Frente a las multitudes que en todo el país le han pedido que siga, que continúe en el gobierno, que reforme la ley, para consolidar el proyecto de la Cuarta Transformación, el mandatario mexicano, que tendría el respaldo absoluto de las mayorías, ha dicho que respetará los principios maderistas, a los que se ha adherido convincentemente: “Sufragio Efectivo no Reelección”.
“Podríamos pensar en proponer una reforma para ampliar el periodo presidencial, pero eso sería contrario a nuestros principios, a nuestros ideales, sería traicionarnos, porque nosotros somos maderistas y sostenemos el lema, el criterio del sufragio efectivo, del voto efectivo, de que haya una auténtica democracia y no reelección”, dijo contundente el presidente Andrés Manuel López Obrador en esta comunidad de la sierra guerrerense.
“Porque por ese lema dieron la vida un millón de mexicanos en la Revolución de 1910. Porfirio Díaz se quedó también con la excusa de que le faltaba tiempo. En ese entonces los periodos eran de cuatro años y él llegó a la Presidencia en 1876, y tomó el poder por la fuerza, desplazó al presidente Sebastián Lerdo de Tejada y su bandera, fíjense, era la no reelección, y llega en 1876 y se queda hasta 1911, 34 años”, expuso con gran conocimiento del tema.
“Y lo peor, es que durante ese régimen se esclavizó al pueblo y se entregaron a extranjeros los recursos naturales, el petróleo, las tierras, el agua, las minas, los ferrocarriles, algo parecido a lo que se impuso en los últimos años en nuestro país. Cuando hablan de neoliberalismo, nosotros decimos es neoporfirismo”, destacó.
“Por eso no podemos de ninguna manera ampliar el tiempo, pero sí podemos trabajar más para que estos 23 meses rindan. No trabajar 12 horas, sino 16 horas diarias. San Benito, que le tocaba atender los conventos, veía que los monjes se pasaban mucho tiempo en la meditación, y él decidió que las 24 horas había que dividirse en ocho horas para pensar, ocho horas para trabajar y ocho horas para descansar”, expuso de manera contundente el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El mandatario cuenta con toda la autoridad moral para reelegirse, porque tiene el respaldo del pueblo, de la gente a la que ha cumplido con creces. Sabe que puede seguir trabajando con este pueblo que le ha dado la confianza, pero como lo dijo en la sierra guerrerense igual redoblará o triplicará esfuerzos para cumplir los compromisos pactados.
Y ahí, en esa comunidad, ante el apabullante cariño de la gente, recordó las palabras que ha repetido en otras ocasiones del general Francisco J. Múgica, “Hechos, no palabras”, porque en eso ha traducido su vida política, en cumplir con hechos al pueblo que le ha dado su confianza. No cabe duda, no sólo es un honor estar con Obrador, sino ser testigo de estos acontecimientos históricos que están marcando un antes y un después en la forma de hacer política, porque el gobierno del pueblo llegó para quedarse.
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