Sumado a la situación que prevalece en la Facultad de Psicología de la UV, en la que alumnas y alumnos han denunciado ante la Universidad Veracruzana distintas situaciones que les afectan; ahora en el campus de Ciencias de la Salud se han hecho públicos los síntomas de gravedad que tienen enferma la facultad. El machismo y acoso de maestras, maestros, incluso de los mismos alumnos, son la dosis diaria con la que las alumnas deben sufrir en un lugar donde deberían estar seguras.
Parece que todavía al escritorio del rector de la UV, Martín Aguilar, no han llegado las quejas de la comunidad estudiantil; pero dudamos que no esté enterado, por lo que pareciera entonces que no le importa. La ausencia de respuesta es llenada con más y más mensajes de parte de chicas y chicos que se atreven a levantar la voz, a colgar tendederos y protestar, pues su hartazgo crece.
Esta vez aludimos al campus de Ciencias de la Salud, en Xalapa, donde están las facultades de Medicina, Odontología, Bioanálisis y otras más. Lugar donde, por el tipo de cátedra, uno supone que prevalece el respeto, la disciplina y profesionalismo, pero no. Por ejemplo, un maestro no da la clase, se presenta, pero acompañado de un par de hombres que no pertenecen a la Universidad, y ellos son quienes se encargan.
Mientras el maestro contempla cómodamente sentado el panorama del aula, sus “asistentes” se encargan de las actividades prácticas en el laboratorio, de revisar tareas y exámenes; ¿cómo es posible que los directivos de la Facultad de Bioanálisis estén de acuerdo en que, sin ser miembros del claustro, dos ajenos se encarguen de impartir la materia, mientras la quincena le cae al titular?.
Otro caso de irresponsabilidad es de un profe quien encarga a sus grupos comprar conejos para prácticas, pidiendo a las y los alumnos a no comentar sobre el asunto, pues en los ejercicios que realizan en laboratorio con los animales existe la posibilidad de matarlos porque deben extraerles sangre directamente del corazón; y cuando algunos se han negado ha hacerlo el valiente profe les humilla delante de la clase.
Además, el mencionado, no revisa exámenes, después de aplicarlos deja a sus grupos que entre ellos se revisen; y no faltan los gandallas que se ayudan a corregir el examen del compañero sin que al maestro le importe, pues no se da cuenta, o no quiere ver. En lo que también destaca ese maestro es en la soberbia, pues si algún alumno se atreve a expresar una duda inmediatamente viene la humillación.
Omitimos los nombres para no quemar, más de lo que ya están, a los pobres profes que diariamente tienen que sufrir el calvario de dar clase; lo que no podemos omitir es el hecho de que también haya alumnos que se pasan de la raya en el trato con sus compañeras, que hasta reconocidas doctoras y doctores son señalados de acosadores. Nosotros, desde Formato7 no tendríamos por qué dudar del testimonio de las alumnas. Lo que compartimos está a la vista, todos los días, en el campus, es del conocimiento de la comunidad universitaria.
No tiene mucho que la comunidad estudiantil de la Universidad Veracruzana demostró su capacidad de organización y reacción, para ellas y ellos pagar la cuota de mejora no se refleja en sus laboratorios; tampoco es congruente que la UV reluzca en otros ámbitos de snob y pompa académica mientras el machismo, el acoso, el hostigamiento, la humillación e irresponsabilidad tengan enferma al área de Ciencias de la Salud, igual que otras facultades.
Los tendederos se agrandan, rectoría se achica.