Las autoridades universitarias fueron rebasadas por las manifestaciones de estudiantes que denuncian casos de acoso al interior de las facultades.
El tema, evidentemente, no termina con la expulsión del estudiante de Antropología señalado por violencia contra uno de sus compañeros. Va mucho más allá, porque los casos siguen brotando.
En algunas facultades de la UV se colocaron tendederos que buscan exhibir a los presuntos acosadores; y ante ello, las autoridades universitarias parecen pasmadas; y no atinan a tomar medidas para garantizar a las y los estudiantes una solución al problema.
De forma reciente, alumnos que cursan sus estudios superiores en la UV salieron a las calles de Xalapa para denunciar los casos de acoso y hostigamiento y exigir una solución a la rectoría. La frase que soltaron fue reveladora: “estudiantes, presentes; directivos, ausentes”.
La rectoría, al parecer, dejó de ser el camino para la solución y se convirtió en parte del problema, por la inacción de su titular.
El conflicto degeneró no sólo en una marcha de protesta, sino también en un paro estudiantil en diversas áreas, como la de Humanidades, a la que se sumaron alumnos de Psicología y Derecho, entre otras.
El pasado 10 de octubre, el Humanidades, fue colocado como aviso el llamado “tendedero del acoso”, que también podría llamarse el mural de la vergüenza.
En respuesta, la Universidad dio a conocer mediante un comunicado la posición del rector Martín Aguilar, quien se refirió a la expulsión del estudiante señalado por acoso; y apuntó que no se tolerará la violencia; y dijo también que se trabaja para dar respuesta a las peticiones de los estudiantes.
Los universitarios que plantearon esas denuncias no tendrían motivo para no creer en las palabras de su rector; el problema es que tampoco habría razones para no creerle, al menos hasta que se investigue caso por caso; algunos reclamos, por cierto, incluyen a maestros.
No es de la Universidad Veracruzana, y habría que decirlo, un caso aislado; prácticamente en todo el país han brotado denuncias por hostigamiento y acoso contra estudiantes; en la Universidad Autónoma de Querétaro, estudiantes denunciaron la violencia de que son objeto y señalaron a cuatro directivos de dicha casa de estudios; el conflicto, al igual que en la UV, también degeneró en un paro de actividades. La rectora Teresa García Gasca anunció un plan para combatir la violencia de género.
Hace tres semanas, en la Universidad Tecnológica de Nezahualcóyotl también hubo protestas estudiantiles por presunto acoso, malos tratos y hasta exigencias de sobornos por parte de maestros.
Si bien el problema de origen es el acoso; éste se complica hasta provocar las marchas de los universitarios, las protestas y los paros de actividades, como el de Humanidades, en la UV, por la falta de medidas de la rectoría para solucionar el problema.
La autoridad universitaria debería saber que de no tomar medidas eficientes para frenar a quienes incurren en acoso, las protestas subirán de tono y los alumnos volverán a las calles para exigir soluciones. Ojalá Aguilar Sánchez no pase a la historia como el rector que solapó esas prácticas.
@luisromero85