Por Yair Ademar Domínguez
Arrecia la campaña negra de desprestigio, en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, el mandatario mexicano está blindado. Su escudo protector se llama: El pueblo de México, ese conglomerado auténtico que ha luchado por reivindicar las mejores causas, las de la justicia y el bien común. Hay otra parte acostumbrada a privilegios, que hoy se siente ofendida. Lucraron con los recursos del pueblo, pero eso ya se acabó.
Un libro, una gran cantidad de videos que distribuyen en redes sociales con mensajes grotescos que rayan en la obscenidad, plumas aquí y allá, ataques a diestra y siniestra, son parte de una estrategia que pretende debilitar la figura del Presidente, quien avanza en el segundo tramo de su histórico gobierno. Y sí, aunque parezca increíble, entre más golpes, más se fortalece.
Su popularidad, su fuerza y hay que puntualizarlo, emana del pueblo, de la gente, de los adultos mayores, hombres y mujeres que entregaron lo mejor de sus vidas al desarrollo del país y hoy se ven compensados en esta decisión presidencial de acogerlos, de reconocerlos; pero también emana de los jóvenes, de las niñas y los niños, de miles de mexicanos que han encontrado, en la justa distribución de la riqueza, un aliciente para su desarrollo personal, profesional y familiar.
Este fin de semana, el mandatario mexicano se refirió a la emblemática obra del Tren Maya, “la obra ferroviaria más importante del mundo en la actualidad. Terminaremos los mil 550 kilómetros en diciembre de 2023. Como diría el ingeniero y general Vallejo: ‘No hay órdenes en contrario’”, expuso en sus redes sociales.
Y otro día, en otra publicación, añadió: “Este año será el de más turistas recibidos en Cancún y en la Riviera: 27 millones de personas. Con solo el 10 por ciento que se internen hacia las zonas arqueológicas de Chichén Itzá, Uxmal, Edzná, Calakmul y Palenque, utilizando el Tren Maya, sería de gran beneficio para los pueblos del sureste de México”.
No hay ninguna duda: la Cuarta Transformación se conoce por sus acciones y el mandatario mexicano está dirigiendo este proyecto histórico en el país con obras que no tienen precedente en la historia inmediata. Así que por más campañas negras que vengan, por más libros que se publiquen, por más plumas que lancen tinta, las obras hablan por sí mismas.
Y lo mismo sucede en Veracruz. Aquí, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez no para. Un día sí y otro también, junto con la atención que brinda al pueblo veracruzano, todas las semanas recorre la entidad para supervisar, inaugurar y mostrar las obras que su gobierno realiza.
“Estamos haciendo obra donde antes solo iban a comprar votos.
En la Sierra de Zongolica ya quedó lista la obra en el camino La Quinta – Xochitla, seguiremos trabajando para continuar llevando bienestar a las regiones que fueron abandonadas durante muchos años por los gobiernos neoliberales”. Escribió en su cuenta de Facebook el fin de semana.
No cabe duda que en México, con el presidente Andrés Manuel López Obrador y en Veracruz, con el mandatario veracruzano Cuitláhuac García Jiménez, mexicanos y veracruzanos somos testigos de una transformación histórica. Los gobernantes inmediatos anteriores se dedicaban a robar, pero en la 4T, la transformación va en serio, regresando al pueblo lo que por derecho le corresponde.
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