La disputa por Chipas tiene nombre, apellido. Si bien el Cártel del Pacifico mantiene la hegemonía en las actividades ilícitas, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Zetas y los Mara Salvatrucha también tiene presencia en la entidad.
De acuerdo con un reporte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), contenido en uno de los correos hackeados por el grupo Guacamaya, los homicidios, el tráfico de personas y asaltos a comercios son los principales problemas de inseguridad que enfrenta el estado hoy gobernado por el morenista Rutilio Escandón.
Esos delitos se originan por diferencias entre particulares, pero sobre todo por la confrontación que existe entre bandas de la delincuencia organizada que buscan apropiarse de las principales “plazas” de la entidad.
Como líder del Cártel del Pacifico se tiene identificados a los hermanos Isidro y Jesús Gilberto Rivera. La presencia de esa organización criminal se concentra principalmente en Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de las Casas, Chiapa de Corzo y Villaflores.
Del CJNG no se tiene ubicado al líder, pero sí dónde opera: Tuxtla Gutiérrez, la capital del estado.
También se tiene identificada presencia de la Mara Salvatrucha, liderada por Luis Alberto Ramírez conocido como “El Chino” o “El Chinon”, con presencia en Tapachula, Ciudad Hidalgo, Mapastepec, Metapa de Domínguez, Cacahoatán, Tulxtla Chico, Frontera Hidalgo, Arraiga y Palenque.
También se tienen identificadas pandillas células y delictivas como “Los pelones o Coyotes”, que es liderada por Luis Alejandro Cruz. Tiene presencia en Venustiano Carranza, Tzimol, Socoltenango, Las Rosas, La Concordia y San Francisco Pujultic.
Los Collazo Gómez son liderados por Mario Collazo Gómez y tienen presencia en San Juan Chamula y San Cristobal de las Casas.
Este mapa es parte de los documentos contenidos en los archivos vulnerados de la Sedena por el grupo guacamayas.
Las organizaciones criminales obtienen su poder económico a través del acopio y trasiego de enervantes, lavado de dinero, cobro de piso, tráfico de personas, droga y armas.
En la línea fronteriza la actividad ilícita se concentra en el tráfico de personas, trasiego y comercio de estupefacientes procedentes de centro y Sudamérica a través de rutas terrestres, marítimas y áreas.