De los creadores del juicio a ex presidentes, sin juicio, ni ex presidentes; y de la revocación de mandato que promovía exactamente lo contrario, ahora llega la tercera entrega con la que se completa la trilogía de las consultas patito: la militarización de la Guardia Nacional y el ejército en las calles. Pues resulta que la nueva ocurrencia de palacio nacional es que la Secretaría de Gobernación –donde a su titular lo siguen engañando que puede ser el sucesor de su paisano-, organice una consulta pública para que la raza decida si quiere que se militarice la Guardia Nacional y la manden bajo las enaguas del ejército. Eso no sólo es ilegal, sino que, como en las versiones anteriores, no es más que una cínica y burda cortina de humo para chingarse una lana y distraer al respetable del desmadre que hay en materia de seguridad. Ahí les va. No puede haber consulta popular sobre temas de seguridad nacional; la ley lo prohíbe, por eso no la organiza el INE. Pero como eso les vale madre, entonces se lo endilgan a la Segob. Si una consulta popular no la organiza el INE, no sirve, no vale, no existe. Y si en el desvarío senil del huésped de palacio nacional lanza la consulta y el 99% vota por la militarización, eso también sirve para un carajo porque se trata de una reforma constitucional y esa la tiene que aprobar la Cámara de Senadores. Y ahí parece que ya le pintaron ‘yemas’ al presidente. Así que, aunque Segob gaste cientos de millones de pesos que no tiene, que se vuelva a obligar a Gobernadores y cientos de alcaldes a acarrear gente para que voten inútilmente, el resultado NO sirve. Será acaso otra burda medición de la aprobación del presidente en un tema tan delicado como lo es la seguridad y limpiarse la cara de ser el gobierno más violento de la historia. Nomás para eso…