No cabe duda que el mundo prehistórico aún tiene miles de secretos por revelar y que seguramente nos darían respuesta a muchas incógnitas de la historia de la evolución que faltan por resolver.
El hallazgo, ocurrido en la costa de la Isla del Príncipe Eduardo, ubicada en el este de Canadá, fue realizado de forma accidental por la profesora de secundaria Lisa St. Coeur Cormier cuando se encontraba paseando a su perro por la playa cuando pensó que había visto una rama o la raíz de un árbol en color rojizo que sobresalía de la arena.
De inmediato se percató de que esa curiosa forma se trataba de otra cosa, pues se veía perfectamente una columna vertebral de un animal y un cráneo incrustado.
Las fotografías tomadas por la profesora pronto llegaron a los científicos, quienes confirmaron que se trataba del fósil de un animal desconocido que vivió casi el final del período Carbonífero y del período Pérmico, es decir, hace unos 300 millones de años.
Esta época se remonta antes del periodo Jurásico, cuando los dinosaurios vagaban por la tierra hace unos 200 millones de años, que se extinguieron hace unos 65 millones de años a causa de un enorme asteroide que se estrelló contra la Tierra.
Hasta el momento la ciencia no cuenta con muchos especímenes de este período, lo que hace que el hallazgo sea aún más inusual de lo habitual, aunque se sabe que las criaturas que vagaban por la Tierra antes de que llegaran los dinosaurios eran en gran parte tiburones, peces óseos, artrópodos, anfibios, reptiles y sinápsidos.
Sin embargo, el fósil encontrado en la playa es pequeño, mide algo más de medio metro, pero aporta detalles increíbles que permitieron a los investigadores determinar que vivió mucho antes que los dinosaurios.
Por el momento los paleontólogos ya trabajan en sacar el fósil de forma segura del lecho rocoso y determinar de qué tipo de criatura se trata, tiempo que podría tardar hasta un año.
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