Prefacio.
“Niégalo todo. No importa si la evidencia te delata completamente, aquí el punto es negarlo hasta el final. Inventarte cualquier cosa que pueda involucrar a alguien más, menos a ti”. *** Contrario a lo que se pudiera pensar, lo antes transcrito no es el instructivo del que fue dotado el gobernador Cuitláhuac García para enfrentar momentos de crisis. En realidad se trata de un manual para reaccionar cuando una persona es sorprendida en una infidelidad. *** Al mandatario veracruzano lo que mejor se le da es la mimetización, la réplica, el clon de lo que su jefe y guía político, el presidente López Obrador, expresa en sus conferencias matutinas. *** Pero mientras eso sucede, el gobernador veracruzano tiene que improvisar (lo que, de plano, no es su fuerte) de manera que en el caso específico de la balacera suscitada la tarde del lunes en Orizaba, se fue a los fundamentos de la “doctrina cuatroté”: no pasó nada, y si pasó, fue culpa de los gobiernos neoliberales, fue la herencia de los corruptos gobiernos conservadores. *** Y pensar que todavía hay quienes se niegan a ver lo evidente.
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Narra el presidente López Obrador:
“Estaban en una casa dos, tres personas, empezaron… Llegó la policía, dispararon; alguien amenazó con una bomba, con una granada, y se entregó el señor de la granada. Hubo un muerto, luego quemaron un tráiler, o intentaron quemarlo, porque no se quemó todo afortunadamente, como parte de la protesta, y se detuvo a uno de los que participó en estas protestas”.
La policía de Veracruz, sin embargo, “tiene otros datos”.
La Secretaría de Seguridad Pública explicó que todo comenzó cuando se inició una persecución en las calles de Orizaba, lo que provocó que los presuntos delincuentes abrieran fuego contra los policías.
El enfrentamiento inició cerca de la calle Sur 9 en esquina con Oriente 4. Los policías pidieron apoyo y se inició la persecución. Los perseguidos se dirigieron a las calles aledañas a la terminal de autobuses y al Instituto Tecnológico de Orizaba.
El intercambio de disparos se prolongó por más de una hora, en una amplia zona de la ciudad de Orizaba, lo que obligó a los ciudadanos a buscar refugio. Las escuelas cerraron sus puertas e impidieron que niños y jóvenes salieran de los planteles. Los negocios cerraron y muchos conductores dejaban sus vehículos para buscar refugio.
Un tráiler fue incendiado y al menos una bomba, en una estación de gasolina, ardió en llamas.
“Cuando se detiene a algunos dirigentes de bandas, a veces, para tratar de impedir la acción de las corporaciones, pues hacen propaganda; en este caso hasta transmitieron en vivo, y lo de los camiones que les prenden fuego tiene ese mismo propósito. Sin embargo, se tiene que aplicar la ley, o sea, puede ser ruidoso, escandaloso, sensacionalista, amarillista, pero se actúa”.
El presidente confunde los hechos. En este caso la violencia no se desató por la captura de “un dirigente de banda”. Nadie ha explicado con detalle cómo fue que inició el intercambio de disparos. Es difícil creer que, sin justificación alguna, los presuntos delincuentes dispararon contra los policías.
¿Les marcaron el alto? ¿Intentaron revisar los vehículos en los que viajaban? ¿Iban ya contra ellos y respondieron disparando?
Las acciones de “propaganda”, que menciona el presidente, en realidad suelen ser distractores, con el fin de abrir distintos frentes y generar confusión entre las fuerzas del orden. Lo que se transmitió en redes sociales no fue sólo lo que los presuntos agresores transmitieron. También se pudieron observar los momentos de pánico que vivieron los habitantes de Orizaba.
“Afortunadamente no fue tan grave. Desde luego, deseamos que esto no pase, fue más un asunto de propaganda y en redes, porque fue una transmisión en vivo”, justifica el presidente.
Algo similar sucedió en Culiacán, Sinaloa, cuando las fuerzas armadas detuvieron a Ovidio Guzmán. La “propaganda” y las expresiones de violencia en la ciudad provocaron que el propio presidente López Obrador ordenara que el hijo del “Chapo” Guzmán fuera dejado en libertad.
Y esto sucede mientras la seguridad de México está a cargo del Ejército y la Marina.
¿Qué nos garantiza que en el 2029 la situación haya mejorado?
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Epílogo.
A pesar de las limitaciones que –se supone- tiene desde su celda en el Reclusorio Norte de la ciudad de México, el exgobernador de Veracruz Javier Duarte demuestra que está bien informado sobre lo que sucede en la entidad, y se toma el tiempo para participar en los debates de mayor actualidad. *** “Felicito a la #FuerzaCivilDeVeracruz, por el difícil operativo que realizó el día de ayer en #Orizaba en donde detuvo y neutralizó a peligrosos delincuentes sin daños colaterales”, escribió la tarde de este martes. *** Minutos después subió otro mensaje a su cuenta de Twitter: “La #FuerzaCivilDeVeracruz es un ejemplo de una institución civil policial, creada con bases sólidas militares que desde su fundación, orgullosamente en mi gobierno, llegó para quedarse. Javier Duarte”. *** Bien, por aquello de que todo lo que dice el gobierno de Cuitláhuac García de su administración, es negativo. *** En las últimas 24 horas se confirmaron 2 mil 886 casos de Covid-19 y 44 defunciones. Desde el inicio de la pandemia en México, en febrero de 2020, en 7 millones 062 mil 822 personas se ha corroborado la presencia de la infección, mediante prueba de laboratorio, así como en 329 mil 811 que han perdido la vida por esta causa. *** El reporte de la Secretaría de Salud de este día, indica que los casos activos hoy se estima que son 14 mil 638, los cuales, en su mayoría se encuentran en Ciudad de México, Baja California Sur, San Luis Potosí, Sinaloa, Baja California, Sonora, Aguascalientes, Nuevo León, Zacatecas y Chihuahua.