Cuentan quienes asistieron al Palacio Nacional como invitados especiales al Cuarto Informe de Gobierno que en su camino al estrado donde habría de pronunciar su mensaje, el Presidente López Obrador dejó caer accidentalmente un manojo de hojas que contenía la esencia de sus palabras. Comparto los datos del extravío.
Las grandes obras. El aeropuerto internacional Felipe Ángeles (AIFA) no tiene vuelos internacionales y lo han convertido en la arena de lucha libre más cara del mundo. Dos Bocas ya costó más del doble del presupuesto inicial y es posible que el propio Presidente no vea un barril de gasolina ahí refinada en lo que queda de su gobierno.
El Tren Maya sigue su paso devastador por la selva peninsular, sin que hasta ahora nadie sepa quien se benefició con la madera, producto de la tala criminal que han cometido.
Economía. No crecemos al 4% y el decrecimiento en el sexenio es de -4,1, el peor en 25 años. No bajó la gasolina a 10 pesos, sino que pasó a $22.69 (Magna) y a $24.70 (Premiun), el precio más alto de la historia. La inflación acumulada es de 17.6 por ciento, la más alta en lo que va del siglo.
No se incrementó el empleo, de hecho, disminuyó. El desempleo acumulado es de 32.7 por ciento, es decir, más de 2 millones de nuevos desempleados.
No hay menos pobreza. Hay 3 millones 800 mil de nuevos pobres, 7.3 por ciento más que al inicio del gobierno. Y en pobreza extrema hay 10 millones de personas, 24% más que hace cuatro años.
Seguridad y Justicia. Crecieron las muertes violentas respecto a otros sexenios; hoy suman más de 132 mil. Han desaparecido 31,536 personas; los periodistas asesinados son 36, la cifra más alta de todos los sexenios; y se han cometido 12,213 feminicidios.
No hay control, pero sí abrazos con el crimen organizado; sólo se ha capturado a un líder de un cártel y lo dejaron escapar. Los líderes de bandas criminales detenidos son 6, el más bajo de todos los sexenios.
El ejército no regresó a sus cuarteles. De hecho, con la incorporación de la Guardia Nacional a la Sedena, el país ya no tendría fuerza civil para atender la seguridad pública. Tampoco se fortalecieron las policías estatales y municipales.
Salud y bienestar. No tenemos el sistema de salud de Dinamarca. El INSABI es un fracaso monumental; quedaron fuera del Seguro Popular 20.7 millones de personas. El 80 por ciento de los niños menores de dos años no tienen el esquema completo de vacunación; tampoco hay medicinas ni tratamientos suficientes para los niños con cáncer.
El mal manejo de la pandemia lleva ya casi 500 mil fallecidos. Multiplicados por tres, según López Gatell, son más de millón y medio las familias enlutadas.
Las promesas incumplidas. No disminuyó la corrupción en el gobierno federal, pero sí aumentaron los escándalos de manejos turbios y nula transparencia en altos mandos y en la familia presidencial. No se vendió el avión. En las mañaneras se han hecho más de 80 mil afirmaciones falsas, es decir, esa cantidad de mentiras no las dijo ni Trump.
Es de celebrarse que se haya cerrado el ciclo de lo que se conocía como el día del Presidente y los rituales del besamanos. ¡Lástima que sólo hayan pasado la mañanera para la tarde!
La puntita
La Guardia Nacional pasa a la Sedena. El Insabi pasa al IMSS. Instituciones que no duraron ni un sexenio. Es la radiografía de un gobierno fallido.
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