Un grupo de estudiantes de la Universidad Técnica de Delft (Países Bajos) está desarrollando un sensor que advierte de manera instantánea de la droga en la bebida, concretamente el GHB.
El Plan Nacional sobre Drogas señala que «es un potente depresor del sistema nervioso central que inicialmente puede producir sensación de bienestar y euforia. Es conocido también como ‘éxtasis líquido’, aunque sus efectos tienen poco que ver con el éxtasis».
Su efecto depende de la persona. Normalmente, se percibe a los diez o 20 minutos del consumo, duran de 60 a 90 minutos, y desaparecen por completo a las tres o cuatro horas.
Desafortunadamente, esta droga se relaciona con las agresiones sexuales, debido a que es una sustancia incolora e inodora y se deja caer por la bebida.
Para evitar dicha situación, los estudiantes trabajan en el proyecto ‘SPYKE’ con el objetivo de obtener una detección rápida del GHB.
El resultado sería un sensor de alta velocidad y precisión para poner en cualquier vaso. Si alguien echa droga, se encendería una luz advirtiendo de la presencia de la sustancia.
El equipo trabaja con la policía, propietarios de bares y discotecas, instituciones de salud y víctimas para crear el dispositivo perfecto. Asimismo, iniciaron una campaña de financiación para impulsar el desarrollo del producto.
Los estudiantes representarán a TU Delft en el concurso global iGEM (París), de esta manera, el jurado podrá valorar el resultado final.
20minutos.es
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