Coatzacoalcos, Ver.-El 25 de mayo del 2017 nació en Coatzacoalcos la Asociación Civil Apoyarlos a Tener una Esperanza de Vida y con ella el sueño de construir «Casa de Amor» un albergue dedicado a brindar alimento y comida para niños y jóvenes que libran diariamente la batalla contra el cáncer y sus familiares.

El proceso fue bastante largo, en el trayecto Gloria Santos Navarro, presidenta fundadora, abrió las puertas para recibir a quienes viajaban de la zona serrana hasta Coatzacoalcos para recibir quimioterapias.

Luego de tocar miles de puertas e instancias gubernamentales se logró la renta de un espacio y posteriormente la entrega en comodato de un inmueble ubicado sobre la calle Lerdo de Tejada 207 en la colonia centro de la ciudad.

Casa de amor se consolidó como el primero y único albergue de la zona sur en brindar apoyo a los menores y jóvenes con cáncer. Sin embargo, el crecimiento del albergue se detuvo a partir del 2018 y sus actividades se vieron en pausa luego de una serie de cambios en la administración.

Rosario Hernández junto a un grupo de voluntarios comandado de nueva cuenta por Santos Navarro, han reconstruido el albergue y de nueva cuenta se brinda alimento y bebidas a los menores con cáncer.

«Casa de amor decidió dar comida aun cuando se está recuperando todavía la casa, pero decidimos la señora Gloria y yo que podíamos empezar a dar comida porque la cocina estaba en óptimas condiciones, no estaba así cuando llegamos, pero fue lo primordial ya que el alimento es la base de vencer el cáncer, el alimento es supervivencia y sobre todo calientito, con mucho amor y dedicación y lo llevamos hasta el hospital porque a veces los padres no tienen tiempo, son niños muy chiquitos y tienen que estar al pendiente ahí».

Gracias a la labor realizada por esta asociación civil la Secretaría de Salud del Estado accedió a tener un área oncológica pediátrica dentro del hospital regional Dr. Valentín Gómez Farías.

Hoy en día está gran sueño continúa avanzando, pero se requiere de mano de decenas de voluntarios para que apoyen con esta gran misión.

«Requerimos de mucha especie, requerimos manos, es voluntariado porque aquí no hay salarios, requerimos despensa muchas cosas se requieren. La gente es buena, la gente se toca el corazón, la gente ve que damos, la gente es buena, hay gente buena en Coatzacoalcos».

El albergue ya fue limpiado, impermeabilizado, pintado, ya cuenta con luz, agua y gas para cocinar, sin embargo, queda por resolver los pagos acumulados con CFE que superan los 50 mil pesos y la rehabilitación de la red de alumbrado y la fontanería de la casa.

AVC/Maythe Morales

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