La muerte de Clementina hace unos días destapó nuevamente una serie de irregularidades en el nuevo panteón del municipio, ubicado en el predio Bella Amatitla a un costado de la carretera Jalcomulco-Coatepec.
Cuando iban a cavar la fosa no pudieron a pico y pala, se encontraron con una piedra dura conocida como tepetate por lo que tuvieron que usar una retroexcavadora, después la fosa quedó inundada por los escurrimientos de agua del lugar.
El féretro de Clementina tuvo que ser regresado dos veces y dos días después finalmente sepultado.
Su caso no es el único, en octubre del año pasado pasó lo mismo, los lugareños sospechan además que en este sitio hay un venero de agua, lo cual se ha vuelto un foco de infección, pues alrededor de 20 tumbas están inundadas y el agua despide olores fétidos.
Lugareños del lugar acusan que el ex alcalde José Alfredo Portilla Vázquez compró una hectárea de terreno no apto para ser utilizado como panteón. Según los vecinos sin un dictamen previo adquirió un terreno que además era propiedad de su madre por casi un millón de pesos.
Los ejidatarios de Jalcomulco ya tenían un predio para donar como panteón el cual tenía estudios y dictámenes y sería una solución ante la saturación del antiguo panteón, pero el lugar fue rechazado.
Sin una asamblea ejidal previa ni los permisos legales el alcalde compró el terreno, lo cual fue señalado como una irregularidad por parte del órgano de fiscalización superior del estado, pues el ayuntamiento no pudo acreditar la propiedad del terreno ni mostrar el acuerdo de compra venta avalado por la asamblea.
Según la observación TM-088/2020/005 DAÑ, el alcalde invirtió 1.7 millones de pesos para la construcción del nuevo panteón pero no presentó el resolutivo de Impacto Ambiental emitido por la Secretaría de Medio Ambiente (SEDEMA) ni la acreditación de propiedad del predio, además el proyecto ejecutivo carece de especificaciones particulares.
En mayo del 2021, cuando los auditores acudieron a verificar la obra, se encontraron con que el panteón estaba a medio terminar con varias obras pendientes, aún cuando el plazo para entregar la obra había vencido en noviembre del 2020.
Según la auditoría la obra carecía de permisos para operar como un panteón y se habían pagado sobrecostos en su construcción por lo que se fincó un daño patrimonial por 1.7 millones de pesos.
“Desde un inicio la gente del pueblo estaba inconforme con hacer ahí el panteón, porque por ahí pasan nacimientos de agua y temen que el agua esté contaminada”, dijo uno de los habitantes.
En octubre del 2021, los habitantes enviaron un oficio al entonces secretario de salud, Roberto Ramos Alor denunciando que al excavar para dar sepultura a un fallecido hallaron un nacimiento de agua.
“ Hay preocupación de los pobladores de Jalcomulco porque las colonias Zapotal y 21 de marzo se abastecen de agua que proviene de un nacimiento que podría ser este venero de agua,por ello consideramos que aparte de ser un daño ambiental, puede ser un daño para la salud de los habitantes”, señalaron en el oficio del cual no tuvieron ninguna respuesta.
“ El panteón es un foco de infección, lo que más nos urge es que venga una autoridad y supervise el lugar, si usted se acerca va a oler fétido porque el panteón está inundado por los escurrimiento de agua que llegan hasta el pueblo y se encuentran con nacimientos de agua”, contó uno de los ejidatarios.
Hasta el momento la asamblea ejidal no ha tenido una reunión formal con el nuevo alcalde de Jalcomulco, pero lo harán en breve para que solucione está problemática.
AVC