Hubo una vez un Andrés Manuel López Obrador que decía que con el Ejército no se resolverían los problemas de violencia e inseguridad. Incluso citando a su referente favorito, Benito Juárez, nuestro actual presidente de la República pregonaba que Juárez decía que no se debía apostar a una república militar, sino a una civilista, ideología que calificó como “una enseñanza mayor”. Aquellas afirmaciones serían del mes de abril del 2010, hace 12 años. Aquí les refrescamos la memoria con dicho video revivido en las benditas redes sociales.

Hace menos tiempo, al inicio del mandato de López Obrador, se pronunció nuevamente en sacar a los militares de las calles y, a partir de ello, creó la Guardia Nacional. La Sedena y la Semar, las que estuvieron encargadas de su entrenamiento y disciplina, y su mando se concentró en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. El cuerpo comenzó a desplegarse en 2019 en zonas de alta incidencia delictiva como Tijuana y Ciudad Juárez, e inició conformada por elementos de la Policía Federal y Armada y poco a poco reclutó a miembros civiles.

Dando otro salto en el tiempo, según un cable difundido por Wikileaks, sitio web fundado por el periodista y activias de internet Julian Assange, nuestro presidente habría ofrecido una especie de militarización de México en el año 2006. El documento con fecha de 31 de enero de 2006 señala que en una reunión que sostuvo con el entonces embajador Antonio Garza, el excandidato presidencial del PRD le detalló sus planes de gobierno en caso de ganar las elecciones de ese año, los cuales diferían a lo que le estaba ofreciendo al electorado mexicano, particularmente en materia de seguridad. El supuesto informe sigue disponible en línea aquí.

La Organización Mundial de las Naciones Unidas también ha resaltado la preocupación de que un estado democrático deposite tareas civiles a su ejército, en el caso de México específicamente el comité contra Desaparición Forzada (CED) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) le exigió al mandatario federal, a mediados de abril de este año, regresar al Ejército a los cuarteles, además de convertir a la Guardia Nacional (GN) en un mando civil, como fue planteado desde un inicio.

Para cumplir esta misión, el organismo le recomendó al gobierno federal idear un plan de retiro “ordenado, inmediato y verificable” de las fuerzas militares que se encuentran realizando acciones de seguridad pública. Carmen Villa Quintana, presidenta del CED, aseguró que estas estrategias deben ser generadas para que “realmente pueda brindar seguridad a los ciudadanos”. Además, deben tener concordancia con los principios internacionales de derechos humanos.

¿Qué sentirán tantos patriotas que se manifestaron en las calles y en redes sociales contra las políticas de “militarización” de los expresidentes Peña y Calderón? Hoy callan como momias y quedan en el ridículo gracias al multiverso macuspano, donde un día se dice una cosa, y al otro se dice otra. El sexenio de AMLO casi comienza su bajadita y todavía está en proceso de legitimarse como el presidente que quiso ser, aunque deba pasar encima de la constitución que él mismo y sus feligreses habían modificado en aquel 2019 contra la militarización de su cuerpo de seguridad estrella.