En el primer semestre de 2022, el gasto que el sector público pagó por intereses de la deuda de México fue mayor a los rubros de educación, salud e inversión física, y puede incrementarse más en los siguientes meses por el mayor aumento a la tasa de interés de referencia del Banco de México (Banxico).
“Ya es de poner atención cómo está aumentando el costo financiero de la deuda, cuánto representa frente a otros gastos. Este gasto es ineludible para el gobierno; no puede dejar de pagarlo. Está aumentando recaudación ISR e IVA, pero el problema es que en estos primeros seis meses estamos viendo que el gasto educativo cayó 10%, en salud cayó 2%. Entonces ya estamos comenzando a ver cómo la cobija se está haciendo más pequeña rumbo al cierre de año y el paquete económico 2023”, explicó Ricardo Cantú, director adjunto de Operaciones y Fortalecimiento Institucional del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
En contraste, el costo financiero de la deuda creció 1.9% en el primer semestre de 2022, frente al mismo periodo del año pasado, al sumar 387,255 millones de pesos. Este gasto fue mayor respecto al dinero público que se destinó para el desarrollo de infraestructura (inversión física), con 381,675 millones; al gasto programable para educación, con 355,396 millones, y salud, con 304,050 millones, refieren datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En comparación con los primeros semestres de años anteriores, esta situación se vio en 2019 y 2020. El año pasado el mayor gasto entre estos cuatro conceptos fue el de educación.
En términos anuales, desde 2012 y hasta 2021 esta situación no había ocurrido, el gasto en educación ha sido el mayor desde 2017. Y desde 2012 hasta 2016 fue el de inversión física, es decir, el dinero que se destina al desarrollo de obra pública. Desde 2012 se ven incrementos importantes en el monto del costo de la deuda pública, y de acuerdo con el especialista del CIEP, esta tendencia se intensificó a partir de las alzas en la tasa de interés de referencia de Banxico.
La coordinadora del programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, Mariana Campos, dijo que para el cierre de año se prevé mayor presión por los gastos obligatorios, como costo de la deuda y pensiones, debido a que no se sabe hasta dónde dará la estrategia para recaudar más impuestos, y que ha radicado en una mayor fiscalización y vigilancia hacia los contribuyentes.
Ricardo Cantú explicó que la mayor presión para el pago del costo de la deuda vendrá por los efectos de la inflación y alza en la tasa de referencia de Banxico en instrumentos del gobierno como Bondes D y Cetes, es decir, deuda a corto plazo, pues en promedio 70% del costo de la deuda en pesos está a tasa fija. Mientras las afectaciones en el costo por la deuda en moneda extranjera dependerán más del comportamiento en el tipo de cambio, el cual es sensible ante situaciones geopolíticas, como la vivida entre Estados Unidos y China, por Taiwán, en días recientes.
Más presión
Hacienda espera que el costo financiero de la deuda incremente a finales de 2022, pues cambió su estimación de 3.5% del PIB en el paquete económico aprobado para 2022 a 3.7%, esto con una estimación de la tasa de interés de 7.8% para fin de año. Para 2023 estima que sea de 3.3%, de acuerdo con los Precriterios Económicos 2023.
La tasa de interés de Banxico se encuentra en 7.75%. Su siguiente decisión está programada para el jueves 11 de agosto, y el mercado anticipa un nuevo incremento de 75 puntos base, lo que la llevaría a una cifra récord de 8.50%. Expertos anticipan que para el cierre de 2022 alcance un punto de 9.5%.
En 2021, los Requerimientos Financieros del Sector Público, la medida más amplia de déficit, se ubicaron en 3.8% del PIB, mayor a la meta aprobada en 0.4 puntos porcentuales, como resultado del ajuste en los instrumentos de deuda indexados a la inflación durante el año, así como al uso de activos financieros para financiar el déficit público.
Expansión Política/Dainzú Patiño
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