La caída estrepitosa hace un año de Accendo Banco, entre cuyas víctimas colaterales figura un grupo de gobiernos estatales –Puebla, Hidalgo y Veracruz– que no pudieron retirar antes de la quiebra e intervención de la institución financiera en septiembre de 2021 los 500 millones de pesos que conjuntamente tenían invertidos, ha puesto bajo sospecha al titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), José Luis Lima Franco.
Y es que a diferencia de estas tres entidades, los gobiernos de la Ciudad de México, que encabeza la morenista Claudia Sheinbaum, y de Chihuahua, que preside Maru Campos, del PAN, sí lograron sacar su dinero –171.4 millones el primero y cerca de 700 millones de pesos el estado fronterizo– horas antes del anuncio de revocación de licencia del banco por parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Ayer, el columnista Miguel Badillo, del diario El Independiente, publicó que ésta habría sido una de las razones por las que al ex secretario de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez, ex camarada y protector político de Lima Franco, el presidente López Obrador no le cumplió su promesa de proponerlo como Gobernador del Banco de México.
Herrera Gutiérrez, un economista egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y con maestría por el Colegio de México, sustituyó a Carlos Urzúa el 18 de julio de 2019 y se mantuvo en la Secretaría de Hacienda hasta el 9 de julio de 2021.
Sin embargo, narra Badillo que a finales del año pasado en Palacio Nacional se tomó la decisión de que Herrera no sería el nuevo gobernador del banco central y que tampoco regresaría al gabinete porque era el responsable de autorizar que gobernadores de oposición endeudaran más a los estados al final de su gestión, ocasionando una grave crisis financiera para las nuevas administraciones de esas entidades asumidas por los candidatos de Morena, quienes se quedaron sin dinero para pagar las nóminas de los trabajadores.
“Esto molestó mucho al presidente de la República quien ordenó al titular de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, revisar las administraciones de sus antecesores Arturo Herrera y Carlos Manuel Urzúa, y entre los principales problemas que encontró fue que en el último día que Herrera despachó en Hacienda firmó una serie de documentos que daban el visto bueno para el endeudamiento de varios estados de la República y hasta les sugería a los mandatarios locales los bancos con los cuales contrataran sus deudas”, relata el columnista de El Independiente.
“Esto fue lo que prendió las alertas en el gobierno federal, cuando descubrieron que el banco recomendado por Arturo Herrera era precisamente Accendo, el de los hermanos (Francisco Javier, Óscar y Luis) Reyes de la Campa, lo que advertía el riesgo que esto significaba por los negocios sucios que había atrás de ese endeudamiento corrupto, pues los principales accionistas del banco enfrentaban acusaciones de ‘blanqueo’ de capitales, cuentas bancarias congeladas y todos sus bienes investigados”, resumió Badillo.
Afortunadamente para el titular de la Sefiplan su amigo cayó parado, ya que Arturo Herrera “sigue sin enfrentar acusación alguna y en contraparte acaba de asumir en Estados Unidos el cargo de director global de gobierno del Banco Mundial”, apunta el columnista.
Directora del Conacyt a la SEP
Anoche, en redes sociales, el columnista de El Universal, Mario Maldonado, anticipó que muy posiblemente en su conferencia mañanera de este martes, el presidente Andrés Manuel López Obrador anuncie que la nueva titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) será la actual directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), María Elena Álvarez-Buylla, lo que, de confirmarse, seguramente desatará fuertes críticas en algunos sectores académicos.
Y es que además de que desde el inicio de su gestión se declaró enemiga de lo que llama “ciencia neoliberal”, Álvarez-Buylla acaba de agitar el avispero al declarar la semana anterior en una reunión de trabajo con diputados y senadores de la Comisión de Ciencia y Tecnología que el destino de los 25 mil 741 millones de pesos que poseían los 91 fideicomisos de ciencia –de los 109 que se extinguieron en 2020– fue en parte para proyectos prioritarios del gobierno federal.
Al ser cuestionada sobre cómo ha sido la integración del dinero de los fideicomisos al financiamiento de la ciencia, la titular del Conacyt respondió que los fondos fueron para la fabricación de ventiladores respiratorios y “el resto, pues regresaron a donde tenían que estar: a los recursos disponibles de la Tesorería de la Federación para proyectos prioritarios del gobierno federal”.
Obviamente, los académicos reaccionaron con indignación ante las declaraciones de Álvarez-Buylla que revelan que los recursos no se invirtieron en ciencia, criticando que la educación no sea prioridad.