A Jorge Winckler le dictaron un año y cinco meses de prisión preventiva en la maratónica audiencia de este domingo, celebrada en Pacho Viejo.
La audiencia, a puerta cerrada y no abierta a los medios, como pretendía el ex fiscal, tuvo una duración de 8 horas, al término de la cual el ex titular del órgano veracruzano de procuración de justicia fue trasladado al penal federal del Altiplano, antes Almoloya, donde están reos de alta peligrosidad.
Medios informativos locales dieron a conocer que quien fuera fiscal durante la administración de Miguel Ángel Yunes padeció durante la audiencia un ataque de ansiedad; comprensible en todo caso, dado que el detenido sabía que le esperaba al menos un año y medio en la sombra.
Almoloya, el penal al que fue enviado, es considerado un centro de reclusión de alta seguridad. Se ubica en el Estado de México; fue inaugurado en 1991, durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari. Por esta cárcel han pasado personajes de todo tipo, desde políticos en desgracia, como Raúl Salina, el hermano incómodo, hasta lo más destacado del narco mexicano, como Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien logró fugarse en 2015; Jesús Zambada, los hermanos Arellano Félix; y Edgar Valdez “La Barbie”.
Actualmente, en ese penal se encuentra Daniel Arizmendi “El Mochaorejas”, un secuestrador que adquirió notoriedad en la década de los noventas por la extrema violencia de sus métodos, que incluían la mutilación de las víctimas.
También estuvo en Almoloya, aunque sólo por un año, Mario Aburto Martínez, el presunto asesino de Luis Donaldo Colosio Murrieta, candidato presidencial del PRI.
Se trata, pues, de un penal de alta seguridad, a donde llegó Winckler por la madrugada de este lunes. En este lugar, la comunicación está restringida.
Ahí es mayor el nivel de la seguridad, incluso, que en el Reclusorio Norte, donde se encuentra internado el ex gobernador Javier Duarte de Ochoa, quien tiene la posibilidad de comunicarse al exterior para efectuar su defensa mediática –a través de cartas a periodistas–; y de utilizar también las redes sociales, básicamente Twitter. Nada de eso le será posible al ex fiscal.
Este lunes, el gobernador Cuitláhuac García confirmó el traslado y dijo que la intención fue garantizar la seguridad del ex procurador, dado que en los penales veracruzanos, específicamente en Pacho Viejo, donde se encontraba, hay reclusos que fueron encarcelados durante el periodo en que el detenido era fiscal.
A Winckler se le acusa por desaparición forzada y privación ilegal de la libertad, en modalidad de secuestro; y en su contra hay señalamientos por presuntamente archivar expedientes con el objeto de beneficiar a delincuentes.
Al final, el traslado del detenido al penal de Almoloya, hoy Altiplano, restará al caso protagonismo mediático; el asunto se dirimirá en los juzgados, principalmente en los federales, como adelantó ya el abogado Félix Cárdenas, quien lleva la defensa del ex fiscal. El litigante expuso que se buscará un amparo contra la vinculación a proceso.
Inicia así un tortuoso camino para quien fuera uno de los hombres más cercanos al ex gobernador Miguel Ángel Yunes.
@luisromero85