Domingo por la tarde en Xalapa, el cielo indeciso entre llover o que salga el sol. En el escenario del Patio Central del Colegio Preparatorio sube un hombre, muestra unas fotografías del telescopio espacial James Webb y por espacio de una hora invita a todos a viajar a las estrellas y dejar volar la imaginación, olvidándose por completo del clima cambiante.
Este domingo en la 32° Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil, el divulgador científico y escritor José “Pepe” Gordon impartió la conferencia “El inconcebible universo: ciencia y literatura para sondear el cosmos”, en el marco del reconocimiento que se le otorgó en este festival por su destacada carrera para acercar la ciencia y la cultura entre la población, siendo claro su mensaje:
“El arte y la ciencia nos abren la mirada, uno extendiendo los ojos de la imaginación y el otro extendiendo nuestros ojos a través de la tecnología… Y tal vez teniendo una mirada más amplia es lo que nos va a poder permitir salir de los problemas en los que estamos aprisionados hoy en días. Eso nos enseña tanto la ciencia como el arte, aunque el arte no se lo proponga como tal, pero esa es una de las hermosas cualidades que tiene, y la ciencia también es una narración del mundo”.
Galaxias en nuestro cerebro
Un dato que comparte Gordon y que de inmediato expande los horizontes de la audiencia es lo dicho por el neurocientífico David Eagleman, quien estima que en un sólo centímetro cúbico hay más interconexiones que en la vía láctea.
“Cuando pensamos en una galaxia hay galaxias que tienen 100 mil millones de estrellas, cuando se estima el número de neuronas del cerebro se plantea que hay unas 100 mil millones de neuronas, entonces el símil es como tener una galaxia en el cerebro” explica Gordon.
El divulgador recuerda en ese sentido el cuento de Jorge Luis Borges “El Aleph”, un relato que plantea la imagen de una esfera bajo una escalera en donde convergen todos los puntos “como un holograma cósmico… lo maravilloso es que es nuestro cerebro quien nos permite apreciar este punto, porque de alguna manera lo tenemos dentro”.
Colisionando ideas: un nuevo proyecto
¿Qué relación tiene el virus del covid-19 y la novela más famosa de Gabriel García Márquez? En el nuevo proyecto que desarrolla Pepe Gordon “Colisionador de ideas”, científicos como Antonio Lazcano y el escritor colombiano conversan para encontrar que tanto en el arte como la ciencia es fundamental la creatividad, ya sea para encontrar la cura del virus de una pandemia o del virus del olvido como en “Cien años de soledad”.
“El nombre viene del colisionador de partículas subatómicas que existe en Ginebra, Suiza. ¿De qué trata el colisionador? Tenemos un anillo de 27 km, en donde las partículas viajan a velocidades cercanas a la luz, imaginen nada más, ¡le dan 11 mil 275 vueltas por segundo! y la clave está en que lanzas partículas de un lado y del otro para que se encuentran y chocan, cuando colisionan podemos ver niveles más finos de la materia, así se ha descubierto el bolsón de Higgs”.
“Entonces lo que nosotros estamos haciendo es recoger la metáfora del colisionador de partículas, para que lo que colisionen sean las partículas de nuestros cerebros, para que de alguna manera a grandes velocidades nuestros pensamientos tengan contactos y surjan pensamientos más fino, más inteligentes, más creativos que tal vez nos ayudan a resolver los problemas que vivimos”.
Este proyecto, además busca brindar una experiencia inmersiva de 360°, “porque no sólo lo vas a ver en la pantalla de televisión”. Gordon comparte con añoranza que se imagina compartir este trabajo en escuelas para que niños y adolescentes “encuentren estas narraciones de ciencia y artes que abren nuestras miradas”.
En ese sentido, antes de despedirse del público xalapeño, Gordon presenta el primer capítulo de este colisionador de ideas, hermosamente animado que invita a descubrir cómo en el arte y la ciencia han sido vitales las letras para descifrar las curas de diversos virus.
AVC
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