La Compañía de Jesús en México exigió justicia este miércoles para los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, quienes fueron asesinados hace un mes en su iglesia en Cerocahui, Chihuahua. La comunidad religiosa recordó a las autoridades que sigue habiendo impunidad en el caso.
“A un mes del doloroso asesinato de nuestros hermanos Javier Campos y Joaquín Mora, y de dos laicos en Cerocahui, Chihuahua, la Compañía de Jesús en México sigue exigiendo justicia. Estamos convencidos de que si prevalece —como hasta ahora— la impunidad, no será posible avanzar hacia la reconciliación y la paz”, dijo la Iglesia en un comunicado.
La comunidad jesuita mencionó que tras la muerte de los sacerdotes, han manifestado a las autoridades de diferentes niveles del gobierno que se deben garantizar los derechos de los rarámuri, por lo que la presencia de las fuerzas federales en la sierra debe ser prioritaria.
“Se deben revertir las causas estructurales de la violencia en la sierra, que prevalecen desde hace décadas”, señala el comunicado.
“Dada la ausencia de Estado en la región, es indispensable que continúen presentes de forma provisional las fuerzas federales, con los protocolos adecuados para interactuar con culturas indígenas y asegurando el respeto irrestricto de los derechos humanos, hasta que se reconstruyan las condiciones de paz en las comunidades de la Tarahumara”, añade.
A un mes del doloroso asesinato de nuestros #jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, y de dos laicos en #Cerocahui, la Compañía de Jesús sigue exigiendo justicia para alcanzar la #Paz.
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— Compañía de Jesús en México (@Jesuitas_Mexico) July 20, 2022
La Compañía de Jesús recordó que el asesinato de Campos y Mora “remite a la vivencia de tantas víctimas de la violencia que siguen esperando justicia y verdad en nuestro México adolorido. Recordamos a las familias de las personas desaparecidas, víctimas de feminicidio, a los migrantes que no volvieron a casa y a los periodistas que perdieron la vida ejerciendo su labor”.
Los jesuitas dijeron que alzan la voz por todas las personas en México que “esperan una justicia que no llega”. Reiteraron su llamado a las autoridades para abrir espacios de diálogo y revisar la actual estrategia de seguridad que no ha dado los resultados esperados.
Por último, agradecieron la solidaridad, tanto nacional como internacional, que se les ha hecho llegar desde el asesinato de los sacerdotes a manos del crimen organizado.
“La memoria de nuestros queridos Joaquín y Javier, de las demás víctimas de Cerocahui, y de tantos dolientes que en México no reciben la misma atención, nos llaman a no consentir la impunidad y a trabajar por la reconstrucción del tejido social”, concluye la comunidad jesuita.
La Secretaría de Seguridad Pública del gobierno federal, que ha dado seguimiento al caso, continúa en la búsqueda de José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco“, señalado como el responsable directo del asesinato de los sacerdotes al interior de un templo en Cerocahui.
A finales del mes pasado, el subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía, informó que del 25 al 28 de junio se logró la detención de 11 personas vinculadas a la célula criminal de “El Chueco” y que las investigaciones seguían en curso para dar con más implicados.
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