Pese a la quinta ola de contagios de Covid-19, cientos de habitantes continuaron con sus tradiciones y salieron esta noche de sábado a danzar en honor a Santa María Magdalena.
Este sábado al caer la tarde los llamados “cencerros”, hombres, mujeres y niños, danzaron por las calles de esta población para anunciar el comienzo de las fiestas en honor a la Santa, que este año regresaron por la puerta grande, tras dos años suspendidas.
El grupo de niños y adultos, se congregó, ante decenas de turistas y locales, en la explanada de la parroquia con sus cencerros colgando al frente y en la espalda, dorados, plateados y de diversos colores.
A la par se lanzaban los juegos artificiales al cielo nublado que por momentos amenazaba con soltar sus primeras gotas del día.
En medio de juegos artificiales, los xiqueños salen a las calles a bailar, danzar y visitar las casas de familiares y amigos, en espera de que parta el grupo encargado de traer la flor de cucharilla para elaborar el arco floral de la santa.
Por una noche, los devotos de María Magdalena quitan los cencerros de metal a vacas, toros y becerros, y se los ponen al cuello, y danzan por toda la población, para anunciar, con su repique, los preparativos para la realización del arco floral que cada año se elabora a la Santa del pueblo.
Esta madrugada de domingo, una comitiva, encabezada por el mayordomo encargado de la elaboración del arco floral, parte rumbo a la región de Perote, para traer la flor, junto con árbol de bejuco, para construir esta obra de arte.
AVC
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