La titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Raquel Buenrostro, aclaró este viernes que la dependencia nunca solicitó la constancia de situación fiscal y aseguró que fueron los gerentes de recursos humanos quienes pidieron el documento para cumplir con las nuevas disposiciones de la Miscelánea Fiscal.

En la conferencia matutina, Buenrostro explicó que, históricamente, cada que se emitía una factura, el SAT sólo verificaba el número del Registro Federal de Contribuyentes (RFC).

Sin embargo, a partir de este año se incluyó una modificación a la Miscelánea Fiscal, en la cual el SAT estableció que además de verificar el RFC en las facturas, también revisaría el nombre o razón social y el código postal del contribuyente.

“Qué sucedió, que la mayoría de las personas que tienen sueldos y salarios no conocen el código postal que tienen registrado en el SAT, como no conocen el código postal, pues fueron los propios gerentes de recursos humanos de las empresas que mandaron a los trabajadores a conseguir el dato en el SAT”, aseguró Buenrostro.

En el SAT, el único documento que tiene dicha información es la constancia de situación fiscal, señaló.

Buenrostro aseguró que los patrones dejaron el trámite hasta el último, pues la fecha límite era el 1 de julio y, por ello, desde mayo comenzaron a registrarse largas filas en las oficinas del SAT.

Denunció que, incluso, algunos empleadores comenzaron a presionar y a condicionar el pago a sus trabajadores.

“Ningún empleador puede condicionar el pago de un trabajo ya devengado por un trámite administrativo”, destacó.

Ante la demanda para solicitar la constancia, el SAT estableció una prórroga hasta el 1 de enero de 2023, destacó Buenrostro y aseguró que no descarta alargar la prórroga.

Dijo que la medida de incluir el código postal en las facturas se implementó para evitar defraudaciones de empresas factureras o fantasmas.

“Las empresas fantasmas, además de facturar gastos que no existen, también facturan nóminas que no existen. Las nóminas que emiten principalmente son jóvenes de 18 años y de adultos mayores”, dijo.

“Por eso pedimos el código postal, porque es un dato que sólo tienen el contribuyente y no las empresas”, explicó.

Latinus

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