“Chequen el celular de sus hijos y cuiden lo que están consumiendo”

Luna Bella

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús convocaron dese el pasado lunes a una Jornada de Oración por la Paz ante los asesinatos y desapariciones que todos los días se cometen en México.

En un comunicado, las tres representaciones señalaron que todos «necesitamos estar unidos en este momento en que la indignación de nuestro pueblo, ante la barbarie de la violencia, no está abriendo una puerta para la paz».

Al respecto, el mañoso y chapucero (cobarde le dice la senadora Lily Téllez) presidente Andrés Manuel López Obrador celebró el martes que la iglesia católica de México haya lanzado dicho llamado a la construcción de la paz entre todos.

El mandatario federal, durante la mañanera, apuntó que, si bien no basta con rezar y orar para construir la paz, esto también ayuda, pues «la construcción de la paz requiere de muchas acciones», apuntó.

«Celebro el comunicado de la iglesia católica y de los jesuitas porque están hablando de ayudar para que entre todos construyamos la paz», dijo el presidente de dientes pa fuera.

Lo que la representación católica de este país quiere es JUSTICIA, no que se combata a los miembros de la delincuencia organizada y se les masacre sin que haya una razón legal de por medio para hacerlo. Por lo que se clama es por hacer de lado la impunidad de que gozan ahora los asesinos y que se instaure el imperio de la ley que nos permita vivir en paz mediante la aplicación de la justicia.

La vacilada esa de “Abrazos no balazos” no es ni siquiera una política de seguridad, menos un programa que, a largo plazo, terminará con la violencia que se ha instalado en el país con la complacencia del gobierno de Morena. Todos  tenemos derecho a la paz y el gobierno la obligación de procurarla deteniendo a quienes cometan delitos y aplicándoles la ley sin distingo de nada, esa aspiración la tenemos porque lamentablemente el país se encuentra en una espiral de violencia como jamás la habíamos padecido, y lo que es peor con la complicidad del gobierno.

¿En qué consisten las jornadas?

La Jornada de Oración por la Paz a la que se convocó está integrada de cuatro acciones a desarrollarse durante julio en todo el país: La primera es que en todas las misas a celebrarse el próximo 10 de julio se honre la memoria de todos los sacerdotes, religiosos y religiosas que han sido asesinados en el país y ofrecer la intención de la eucaristía por su vida.

La segunda es que se lleven a cabo oraciones comunitarias en lugares significativos que representen a todas las personas que han desaparecido o sufrido una muerte violenta, sean homicidios dolosos o feminicidios.

La tercera acción es que en las eucaristías del día 31 de julio «pidamos por los victimarios», oremos por sus vidas y la conversión de sus corazones.

Y la cuarta y última acción que se propone es que cada diócesis, congregación religiosa o parroquia, definirá las acciones a emprender para abonar a este camino para la paz, como son horas santas, procesiones por la paz, mensajes al pueblo de Dios.

¿Y cuántos católicos hay en México?

En un seguimiento que dimos a los datos del INEGI en torno a la cantidad de católicos que hay en nuestro país, nos encontramos que en 1990 eran 89.7% de la población; en el 2000, 87.9%, y para el 2010, 82.7 por ciento. En 110 años una reducción de 16 puntos porcentuales.

A pesar de esta disminución, los fieles creen, en números absolutos, y el país sigue siendo la segunda catolicidad del mundo sólo después de Brasil, que es la primera.

Estas cifras se pueden leer de dos maneras. La primera lectura diría que todavía sigue siendo muy alto el número de los mexicanos que se dicen católicos. En América Latina, sólo Paraguay y Ecuador tienen un porcentaje mayor.

De otro lado, se puede afirmar que de 1990 al 2010, en 20 años, la pérdida de los fieles fue de 6.7% y que la caída no se detiene. Se hace evidente que el catolicismo está dejando de ser atractivo para un número cada vez mayor de mexicanos sobre todo ante la aparición de sectas como las evangélicas que suelen ser más atractivas para el ciudadano común. Por ejemplo la de Naasón Joaquín García, líder de la iglesia La Luz del Mundo, quien recientemente fue condenado a una pena de 16 años y 8 meses de prisión por varios cargos de abuso sexual contra tres menores de edad.

«La sentencia para Naasón Joaquín García es un paso fundamental para la justicia», dijo en un comunicado el fiscal estatal de California, Rob Bonta. «Si bien nunca reparará el daño y el trauma que causó como líder de La Luz del Mundo, esta sentencia deja en claro que los abusadores, sin importar quiénes sean, serán responsables», Naasón es considerado un auténtico “depredador sexual” pero contaba con el apoyo de los gobiernos como el de Andrés Manuel López Obrador quien ordenó se le prestara el palacio de Bellas Artes para que celebrara un cumpleaños, porque los pastores se prestan a lo que sea con las autoridades, a acciones como promover el voto obligatorio a favor de sus protectores.

Se calcula que en México se conserva una cifra superior a los 73 millones de fieles católicos que representan el mismo número de votos, por eso ahora que han asesinado a varios curas (dos jesuitas) y el estado no hizo nada, las autoridades religiosas se pronunciaron por revisar la política de combate a la delincuencia, a evitar la impunidad y a instalar un país de justicia. Ante eso AMLO se acalambró, dio marcha atrás a los ataques que venía haciendo desde su púlpito de la mañanera contra la iglesia católica cuando esta protestó y alguien le aconsejó al dictador dar marcha atrás porque enfrentar a la iglesia católica en México es un suicidio político.

Reflexión

La Fiscalía de Veracruz informó de la detención de Luis Ángel “N” , alias “La Güicha”, por el presunto delito de homicidio doloso calificado en agravio de la periodista María Elena Ferral, ocurrido el pasado 30 de marzo del 2020. Y como en todos los casos en los que la Fiscalía presenta a presuntos autores materiales nunca da con los autores intelectuales, para ellos “justicia y gracia”.

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