Dos Bocas es el mayor fantasma que se haya construido en la historia de México. Resulta que la refinería, la obra más emblemática del gobierno de López Obrador, no está en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), es decir, no existe una partida presupuestal que permita identificar cuánto dinero fue aprobado a este proyecto, por increíble que parezca.

Además, el proyecto Olmeca –nombre oficial de la refinería- tampoco está en la Cuenta Pública. Por tanto, al no existir una clave de cartera de inversión ni una partida presupuestal específica que permita identificar el gasto en la refinería, el proyecto tampoco puede encontrarse en la Cuenta Pública, que es el documento que reporta cómo gastó el gobierno realmente en el año anterior.

¿Le parece increíble? Aún hay más. En la página oficial de la refinería de Dos Bocas no existe ningún contrato de la obra. La Secretaría de Energía creó el sitio, en donde supuestamente se encuentra transparentada toda la información relacionada con el proyecto. Sin embargo, la información se limita a los procedimientos administrativos previos a la firma del contrato, pero no hay un sólo contrato disponible para consulta.

Toda esta información y más ha sido documentada por la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, una de las más incómodas y asediadas por el gobierno morenista.

La supuesta inauguración de Dos Bocas el viernes pasado no fue más que otro acto de propaganda política y futurismo electoral, inscrita en la fatídica trilogía de la sátira que significa la 4T: Felipe Ángeles, un aeropuerto sin aviones; Olmeca, una refinería sin una gota de gasolina; y próximamente, un Tren sin selva maya.

La propaganda oficial y el activismo político busca simular un logro para ocultar además la falta de estudios sobre el impacto ambiental y ecológico, el riesgo de inundaciones o las dudas sobre la viabilidad financiera del proyecto.

Basta decir, por ejemplo, que la refinería costará más del doble de lo que habían planeado. Los 8 mil millones de dólares presupuestados se convertirán en más 18 mil millones, muchos de los cuáles irán a parar a las cuentas y los bolsillos de los amigos, socios y empresarios afines al Presidente y su Secretaria de Energía.

López Obrador dijo una y otra vez que la refinería de Dos Bocas nos costaría a los mexicanos 8 mil millones de pesos, algo que empresas especialistas consideraron prácticamente imposible y abandonaron el proyecto.

En 2020 el director de Pemex declaró que la obra costaría 933 millones de dólares adicionales (más de 18 mil millones de pesos). Finalmente, hace un mes el presidente reconoció que habría un incremento de entre 20 % y 30 %, pero no ofreció una cifra precisa. De acuerdo con las últimas estimaciones de especialistas, el costo final real podría oscilar entre 16 mil y 18 mil millones de dólares.

Todo se trató de un timo. El sábado por la mañana, un día después de la inauguración de lo que llamaron “la primera etapa” de la refinería de Dos Bocas, la gasolina seguía costando entre 21.8 y 23.8 por litro, muy lejos de los 10 pesos que ofreció el Presidente antes de llegar al poder.

Por supuesto, nadie esperaba que el país tuviera autosuficiencia de un día para otro. Eso sólo ha sido posible desde el aplauso lacayo y desmedido de sus simpatizantes, quienes presumen una obra que no está terminada.

De hecho, el propio López Obrador reconoció que este año no veremos un solo litro de gasolina refinado en Dos Bocas. La Secretaría de Energía, cuya titular es la zacatecana Rocío Nahle, confirmó que será hasta 2026 cuanto se procesen los 340 mil barriles diarios de crudo prometidos para la producción de combustibles. Es decir, si esto llega a suceder, es algo que ya no verá este gobierno.

A pesar de todo, el Presidente se ufana de que esta obra es un sueño hecho realidad y pondrá a México en el camino de la autosuficiencia energética el próximo año. Lástima que en ocho años más, México producirá el 50 por ciento de vehículos eléctricos o cero emisiones contaminantes, mismos que no necesitarán un litro de gasolina producida en Dos Bocas.

Las energías limpias convertirán el sueño del Presidente en una pesadilla para México.

La puntita

Con dinero público, en medio de su delirante futurismo electoral, el gobierno de Veracruz agradeció en espectaculares a Rocío Nahle por la construcción de la refinería de Dos Bocas. Ahora resulta que con todos los contratos millonarios que dio a familiares y amigos, encima tenemos que agradecerle. ¡Esquizofrenia política pura!

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