‘La Bestia’ es una de las redes de trenes más conocidas y controvertidas en México, y es que más allá de su propósito original, que es trasladar materias primas, el tren es famoso por ser utilizado como un medio de transporte para migrantes de Centroamérica que viajan en él de manera ilegal para llegar a Estados Unidos (EU).

Recientemente, el gobierno de EU dio a conocer que, ante el aumento de migrantes ilegales que intentan ingresar al país, dará 300,000 visas temporales de trabajo, de las que 150,000 serán para mexicanos o para extranjeros que están en territorio mexicano buscando cruzar la frontera.

Aunque durante 2020, los flujos migratorios experimentaron una pausa derivado de la pandemia por covid-19, los registros de migrantes ilegales van nuevamente al alza. En los primeros cinco meses del año, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos detuvo a 1 millón 017,951 migrantes, de los que 37% son mexicanos y 20% de Honduras, Guatemala y El Salvador, países del llamado Triángulo Norte de Centroamérica.

El viaje en ‘La Bestia’

Por su posición geográfica, México resulta el puente hacia el sueño americano. La ruta que sigue el también conocido como ‘tren de la muerte’ es frecuentemente utilizada por migrantes para llegar a la frontera con Estados Unidos por alguna de sus dos rutas: la oriental, que conduce hacia la frontera de Tamaulipas y Texas; y la occidental, cuyo destino es Sonora y Baja California, que comparten frontera con Arizona y California.

La mayoría de los migrantes que abordan alguno de los trenes de esta red provienen de Honduras, El Salvador y Guatemala, según el Instituto Nacional de Migración (INM); sin embargo, también hay mexicanos, quienes suben a los vagones en movimiento cuando el tren pasa por distintos poblados del país.

A lo largo del recorrido, existen refugios para migrantes, algunos bajan del tren para pasar la noche ahí y vuelven a abordarlo al amanecer.

La opción de ‘La Bestia’ no es la única para atravesar México, sin embargo, sí es la forma más ‘económica’ de hacerlo y evita algunos puntos de control de migración, pero también es sumamente peligroso. El principal riesgo es caer del tren, razón por la que muchas personas han sufrido mutilaciones o han muerto.

Según documentos del Gobierno, entre 2014 y julio de 2019 se identificaron las muertes de 1,270 de estos flujos de migrantes en Estados Unidos, la mayoría en la frontera con México, otros 662 en territorio mexicano y 66 en el norte de Centroamérica, lo que supone que un promedio de 30 mueren mensualmente en su tránsito al país vecino.

Pero la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) cifró en al menos 3,575 las muertes ocurridas en la frontera entre estos países.

Las patronas

Desde 1995, las Patronas viven pendientes del silbido del tren para ayudar a los migrantes que viajan encima de los trenes de carga.

Este grupo de mujeres prepara comida a diario para lanzar a los migrantes que viajan a bordo del tren.

Al escuchar que viene el tren, Las Patronas y otros voluntarios corren con enorme celeridad hacia la vía. Unos se hacen con las botellas de agua, atadas de tres en tres para que los migrantes puedan agarrarlas fácilmente; otros cargan cajas con raciones de frijoles, arroz o latas de atún. Ayudados de carretillas, recorren los pocos metros que separan el albergue de las vías.

A veces, algún conductor benevolente reduce la velocidad del tren para facilitar la entrega de comida y, en apenas tres minutos, La Bestia se aleja rumbo al norte.

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