“Ejecuciones de sacerdotes, frente a los ojos de Dios” Felipe Calderón Hinojosa

En la historia reciente de Veracruz, de Murillo Vidal para acá, no tenemos registro de un gobernador que tuviera tanta cercanía, cariño, reconocimiento y respeto, del presidente de México que el actual Cuitláhuac García Jiménez. Los de él si que son “amigos pudientes”.

Lo único que recordamos en este sentido es que en 1990, durante la inauguración de la autopista Veracruz-Córdoba que le tocó realizar entre otras muchas magnas obras más, al entonces gobernador Dante Delgado Rannauro, el presidente Carlos Salinas de Gortari, satisfecho por el trabajo del mandatario veracruzano en su discurso de inauguración de esa importante autopista incluyó la frase: “Dante Delgado es el mejor intérprete del programa Solidaridad que instrumentó mi gobierno”.

Hemos conservado la creencia de que si al gobernador le va bien con el presidente nos va bien a los gobernados. Una reflexión de sentido común, que hizo válida el hoy Senador Dante Delgado.

A Fidel Herrera Beltrán le fue muy bien con el panista Vicente Fox Quesada, a quien tenía apantallado por su elevado nivel intelectual (Fidel habla seis idiomas), es un hombre culto, político considerado como el costal de mañas más grande del priismo nacional, maestro de la cábula, por lo que el gigantón Vicente Fox que parecía enredadera en virtud de la dirección de su crecimiento, siendo presidente de México se sorprendía ante cada razonamiento y comentario que le hacía El Tío, para quien destinó en su sexenio la mayor cantidad de dinero de los alcances del petróleo, en un tiempo en que el precio del barril andaba por las nubes, luego entonces le fue bien a Fidel pero a los veracruzanos no.

No le llevamos la cuenta a Fox sobre las veces que visitó Veracruz durante su mandato pero es posible que este estado sea al que más veces vino.

Aquí se sentía muy bien le comentó en una de esas giras a Fidel, y como no si el astuto gobernante le acarreaba porristas profesionales que coreaban y aplaudían al jefe del ejecutivo federal desde que ponía un pie en Veracruz, de la misma forma lo trataban durante su estancia y las despedidas eran de antología. ‘¡Ojalá regrese pronto!, le gritaban decenas de mujeres a las que les pagaban por su bien ejecutado trabajo.

El pasado martes por la tarde que vimos al gobernador Cuitláhuac García arribar al estacionamiento del palacio nacional a bordo de su flamante camioneta, de tres milloncitos dicen los que saben de estas cosas, descender y atender de inmediato a la prensa capitalina para explicar que el motivo de su presencia en ese lugar que dijo era para entrevistarse con el presidente López Obrador, para ponerse de acuerdo, con los del INAH, sobre una remodelación que le harán al fuerte de San Juan de Ulúa, sí ahí donde estuvo preso un raterazo benefactor de los flojos jodidos llamado Chucho y apodado “El roto”, nos llegó agua al tinaco y recordamos la gastada frase de, si le va bien al gobernador nos irá también a nosotros.

Habrá que esperar a que el gobernador tenga a bien informarnos sobre el proyecto de reconstrucción de San Juan de Ulúa, para beneficio de todos los veracruzanos, aunque tengamos otras prioridades, lo importante es que Cuitláhuac tiene un amigo que es el más pudiente y seguro cada que lo cita le deben brotar muchos proyectos para plantearle, obras y programas sociales que nos cambiarán la vida a sus gobernados, ya es tiempo de que nos toque algo no?.

Infamia presidencial

Primero la historia más reciente: Luego del asesinato de dos sacerdotes jesuitas en una iglesia de la comunidad de Cera Cahuí, Chihuahua, autoridades han informado que el presunto homicida ya fue identificado y aunque no se revelaron más datos, trascendió que se trataría de José Noriel Portillo, El Chueco. Este peligroso criminal sería el responsable del asesinato de los dos sacerdotes y un guía de turistas en la comunidad perteneciente al municipio de Urique, ubicado en plena Sierra Tarahumara.

El Chueco tiene de 30 años, es oriundo de Urique, y está relacionado con la tala ilegal, además del narcotráfico; es señalado como operador de Los Salazar en la Sierra Tarahumara, brazo armado del Cártel de Sinaloa, encabezado por los hijos de El Chapo Guzmán, uno de ellos Ovidio, el protegido del presidente Andrés Manuel López Obrador y nieto de la amiga del tabasqueño quien al verla hasta brinca.

En 2018, El Chueco se vio involucrado en el homicidio del turista Patrick Braxton Andrews, además de en la muerte de Cruz Soto Caraveo en 2019. Aunque la Fiscalía de Chihuahua no ha señalado a El Chueco como probable responsable del triple homicidio, se le vincula con el asesinato de los jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, además de Pedro Heliodoro Palma, guía de turistas. El Chueco, se habría llevado los cuerpos del guía de turistas y de los dos jesuitas, además de haber secuestrado a cuatro personas.

Toda esta historia es para sostener la argumentación de que AMLO hizo un pacto con los líderes de las bandas de la delincuencia organizada que operan en México para que lo apoyen a cambio de brindarles impunidad. Y aquí está una de tantas pruebas que existen de que el señalamiento hecho por Porfirio Muñoz Ledo es cierto, el país sufre un baño de sangre con miles de asesinados, descuartizados, secuestrados, desaparecidos porque los señores que se dedican a ese “negocio” tienen permiso del presidente AMLO para hacerlo.

La pregunta obligada a López Obrador cuando dice que sabían de las actividades de José Noriel Portillo y del cartel de Sinaloa al que afirma AMLO pertenece entonces porque madres no los han detenido o combatido, en vez de dejarlos en libertad para que sigan con su labor de exterminio humano para acusar a Felipe Calderón por haberles declarado la guerra, lo que son succionadas para consumo de ingenuos, que se ponga a cumplir con su obligación Constitucional de garantizar seguridad a sus gobernados, los miles de muertos que lleva en su desgobierno no se los van a acumular a Calderón, son suyos.

Del Río candidato de MC por Veracruz

El tirito que se aventó el gobierno de Veracruz contra dos de los más brillantes políticos mexicanos que se desempeñan como Senadores de la República; Dante Delgado Rannauro y Ricardo Monreal Ávila, ha dejado como resultado, aparte del ridículo que ha hecho la Fiscalía veracruzana y del desorden que le armaron a su proyecto de la 4T, que los analistas políticos volteen a ver al papanteco Manuel del Río Virgen, Secretario Técnico de la JUCOPO en el Senado, a quien por su nueva popularidad y su carácter de víctima de la pedestre dictadura enquistada en el poder de Veracruz se ha convertido en todo un personaje con buena imagen a quien dan posibilidades de que se convierta en candidato de Movimiento Ciudadano en el 24 para la gubernatura del Estado. Si MC no quiere aliarse con los ratones del PRI y el PAN, menos con el PRD la rémora que arrastra esa alianza, y prefiere ir solo ahí tiene un cuadro con José Manuel del Río Virgen, quien ha dado muestras de habilidad política, experiencia, extraordinario manejo de medios y capacidad de interlocución.
Dante Delgado Rannauro puede dejar de preocuparse en que lo sigan molestando con lo de la alianza y anunciar que en Veracruz también irá solo. Mmmmm, podría ser.

Reflexión

¿O sea que el encargado del parque vehicular del gobierno es el Secretario de Seguridad Pública, don Hugo Gutiérrez?. Entonces un tip para los altos funcionarios que requieran una camioneta de súper lujo como la que le prestaron al gobernador para que viajara a México: ahí en 20 de noviembre, adelantito de la iglesia La Piedad, están en exhibición esas trocas propiedad de la SSP, o sea de los austeros veracruzanos.

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