Este martes, en la columna “A la sombra”, que se publica en El Sol de México, se plantea la posibilidad de que no se concrete la candidatura de la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, al gobierno de Veracruz.

De acuerdo con el medio, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, “pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador que la considerara (a Nahle) para dirigir a Morena y a la par, ser su apoyo en su carrera rumbo al 2024. Sheinbaum la quiere a su lado, está confiada en su habilidad para conquistar territorios políticos, por encima de lo que hace Mario Delgado”.

Lo cierto es que Rocío Nahle, mujer muy cercana al presidente, mantiene una estrecha relación con la jefa de gobierno, a quien se ubica como la probable carta de López Obrador para la sucesión en 2024.

Esa cercanía podría catapultar a la actual titular de la Sener, para repetir en el próximo gabinete, si es que las aspiraciones sucesorias de Sheinbaum se concretan.

Esa posibilidad dejaría a la senadora con licencia fuera de la carrera por la gubernatura del estado; y abierto el camino para otros aspirantes a suceder a Cuitláhuac García.

En esa lista se incluiría al actual titular de la Secretaría de Educación de Veracruz, Zenyazen Escobar García; al diputado presidente de la Junta de Coordinación Política en el Congreso local, Juan Javier Gómez Cazarín; y al secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco, entre otros. También al delegado de programas federales en la entidad, Manuel Huerta; y al diputado federal Sergio Gutiérrez Luna.

Lo evidente en la carrera rumbo a 2024 en Veracruz, es que lo que hace un año parecía como la segura candidatura de Rocío Nahle, hoy genera más dudas que certezas; sobre todo después de observar lo que ocurrió en el vecino estado de Oaxaca, donde de última hora se cayó la postulación por Morena de la senadora Susana Harp Iturribarría, cantante de música tradicional mexicana y promotora cultural, a quien se ubicaba como la posición de López Obrador para el gobierno de esa entidad.

Susana Harp contendía en el proceso interno de Morena con el senador Salomón Jara Cruz; el partido; es decir, López Obrador, se inclinó por el segundo, a quien las encuestas ubicaban como el aspirante más competitivo.

En Oaxaca se vivió una situación similar de la que se registra hoy políticamente en Veracruz: no hay que olvidar que en un inicio, la carta de AMLO para la candidatura (como hoy sucede con Rocío Nahle) era la senadora Susana Harp. En ese asunto desempeñó un papel determinante el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, quien más de una vez, con estadísticas en mano, le hizo ver a AMLO que el “fuerte” para contender era Salomón Jara Cruz. Los resultados le dieron la razón.

Lo mismo podría ocurrir en Veracruz, donde no existe la certeza de Nahle García es la aspirante mejor posicionada entre la baraja de posibles contendientes.

La carrera para el 2024 comenzó y la elección de este domingo 5 de junio dio un panorama de lo que podría ocurrir en el país y en Veracruz, donde Morena arrasaría nuevamente, siempre y cuando ponga a las y los candidatos correctos.

@luisromero85