El gran problema al que se enfrenta la humanidad en los siglos venideros es a la escasez de agua potable. El aumento de las temperaturas, la perdida de los polos, el cambio climático, la desertificación del planeta… todo esto hace que sea primordial asegurar el acceso a agua potable.
Por suerte hay buenas noticias. Investigadores de la Universidad de Texas en Austin han demostrado una película de gel de bajo coste puede extraer muchos litros de agua al día incluso del aire más seco. Es como este recolector, pero costando mucho menos dinero y extrayendo más agua.
El gel se compone de dos ingredientes baratos y comunes: la celulosa, que procede de las paredes celulares de las plantas, y la goma konjac, un aditivo alimentario muy utilizado para hacer salsas o espesar bebidas.
Estos dos componentes se combinan para crear una película de gel que puede absorber el agua del aire y liberarla cuando se necesite, sin necesidad de mucha energía. Esto es vital para que 5.000 millones de personas no sufran de sed en apenas 30 años.
En primer lugar, la estructura porosa de la goma atrae el agua que se condensa en el aire que la rodea. La celulosa, por su parte, está diseñada para responder a un calor suave volviéndose hidrofóbica, liberando el agua capturada.
Según el equipo, la fabricación del gel es bastante sencilla. Los ingredientes básicos se mezclan y se vierten en un molde, donde se endurece en dos minutos. Después se liofiliza, se saca del molde y se pone a trabajar.
Se puede fabricar básicamente con cualquier forma que se necesite y se puede ampliar con bastante facilidad y a bajo coste.
En las pruebas, la película de gel fue capaz de extraer una cantidad asombrosa de agua del aire. Con una humedad relativa del 30%, podía producir 13 litros de agua al día por kilogramo de gel, e incluso cuando la humedad bajaba a solo el 15%, lo que es bajo incluso para el aire del desierto, podía seguir produciendo más de 6 litros al día.
Se trata de una gran mejora con respecto a otros recolectores de agua que hemos visto a lo largo de los años. La más alta anteriormente era de 8,66 litros, y eso con un aire con mucha más humedad.
Y la eficacia de la nueva película de gel podría mejorarse aún más, según el equipo, creando películas más gruesas, lechos absorbentes u otras formaciones del material. Y lo que es más importante, el material es extremadamente barato de producir, ya que cuesta tan solo 2 dólares por kilo.
Esta cualidad, la de ser muy barata de producir, es un factor crucial para ampliar la tecnología y llevarla a zonas remotas y países en desarrollo, donde más se necesita.
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