Antes de perpetrar el tiroteo en la escuela primaria de Uvalde (Texas), en la que murieron 19 niños y dos adultos, el joven de 18 años autor de la matanza disparó a su abuela en este pequeño pueblo al oeste de San Antonio. Así informaron las autoridades, que ignoran todavía la motivación de sus acciones.
Identificado como Salvador Ramos, de 18 años, el joven es ciudadano estadounidense y era estudiante de la preparatoria de Uvalde, dijo el gobernador de Texas, Greg Abbott, sin precisar si se había graduado este año.
Algunos medios estadounidenses han hablado con amigos y compañeros de trabajo cuyos testimonios ayudan a hacernos una idea de cómo era el joven que ha cometido la masacre.
Víctima de ‘bullying’
Santos Valdez Jr.
ha declarado a ‘The Washington Post’ que fue amigo de Salvador hasta que su comportamiento comenzó a «deteriorarse». Comentó que Ramos a menudo era intimidado por un impedimento del habla que incluía tartamudeo y ceceo. Un excompañero de clase, con el que aun seguía quedando de vez en cuando para jugar a la Xbox, ha contado a la ‘CNN’ que sufría ‘bullying’ en la escuela. Otros alumnos se burlaban de él por la ropa que vestía y por la situación de vulnerabilidad económica de su familia.
Entorno violento y comportamiento agresivo
Aunque Salvador Ramos ha sido descrito como «tranquilo» por numerosas personas que lo conocieron, el ‘Washington Post’ recoge, tras hablar con sus conocidos, que el joven creció en un entorno violento lo que le había llevado a desarrollar comportamientos cada vez más agresivos contra compañeros y extraños.
Una joven que trabajó con él en una hamburguesería Wendy’s hasta marzo de este año detectó en él esa vena agresiva. «A veces era muy grosero con las chicas y con una de las cocineras, amenazándolas preguntándoles: ‘¿Sabes quién soy?’ Y también enviaba mensajes de texto inapropiados a las chicas», declaró la excompañera, quien no quiso que se usara su nombre. «También había vídeos de él en el parque tratando de pelear contra la gente con guantes de boxeo».
Abandono escolar, afición a las armas y autolesiones
Las burlas sufridas en clase llevaron a Ramos a dejar el colegio. «Él no quería ir a clase y, simplemente, lo fue dejando poco a poco. Rara vez venía», ha contado un antiguo compañero. Después de la graduación, explica el chico al citado medio, perdieron más el contacto, pero Ramos le escribía cada pocos meses para quedar y jugar a la consola.
Este mismo excompañero que no ha querido dar su nombre le dijo a CNN que recibió una foto de parte de Ramos de un arma de fuego y una bolsa llena de municiones días antes del ataque. «Me enviaba mensajes aquí y allá, y hace cuatro días me mandó una foto del AR que estaba usando… y una mochila llena de cartuchos, probablemente como siete cartuchos», comentó a la cadena estadounidense. «Yo estaba como, ‘Hermano, ¿por qué tienes esto?’ y él dijo: ‘No te preocupes por eso’», explicó el estudiante. «Me envió un mensaje de texto que decía ‘Me veo muy diferente ahora. No me reconocerías’».
Por su parte, Valdez también comentó al ‘Post’ que una vez vio a Ramos con heridas en la cara y ante las preguntas sobre el origen de las lesiones, primero dijo que un gato lo arañó y luego admitió que se lo había hecho él mismo. «Luego me dijo la verdad, que se había cortado la cara con cuchillos una y otra vez», declaró Valdez al ‘Post’, y agregó que le había enviado un mensaje a través de Instagram dos horas antes de la masacre. Ramos no abrió ni leyó el mensaje final de Valdez.
Otro amigo le dijo al ‘Washintong Post’ que Ramos solía arrojar huevos a los coches y dispararle a extraños al azar con una pistola de aire comprimido desde su automóvil.
Últimos mensajes en redes sociales
El martes a primera hora, una cuenta de Instagram que parece pertenecer a Ramos envió mensajes directos a una adolescente en Los Ángeles, diciéndole que quería compartir un «pequeño secreto», según capturas de pantalla compartidas por el destinatario, quien dijo que apenas conocía a Ramos, pero había sido etiquetado al azar por él en fotos de armas antes. En su mensaje le señalaba que en una hora le iba a volver a escribir y le tendría que responder, pero que en ese momento iba a salir. Su último mensaje fue: «Ima air out». La cuentra de Instagram fue desactivada después.
Una cuenta de TikTok con el mismo identificador y foto de perfil que la de Instagram, también desconectada en los minutos posteriores a la conferencia de prensa del gobernador de Texas, mostraba solo un clip de un juego móvil y la frase «Los niños se asustan en la vida real». Una foto de dos rifles estilo AR15 apareció en la misma cuenta de Instagram.
Disparó contra su abuela antes del tiroteo
Antes de perpetrar este asesinato, Salvador habría «disparado a su abuela», dijo Greg Abbott, gobernador de Texas, enfatizando que no conocía los vínculos entre los dos eventos.
La mujer fue ingresada en San Antonio. El Hospital Universitario de Salud de San Antonio confirmó que admitió a una mujer de 66 años en «estado crítico» tras ser disparada, sin confirmar su identidad.
Luego, el joven equipado con un chaleco antibalas y un rifle, según el sargento Erick Estrada del Departamento de Seguridad de Texas, el joven huyó en un automóvil que abandonó cerca de la escuela primaria Robb después de sufrir un «espectacular accidente».
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Entró en la escuela tras sufrir un accidente
de las 11.30 hora local, tras ser encontrado por la policía, el agresor entró corriendo a la escuela y abrió fuego en varias aulas, dijo a CNN el sargento Estrada.
Para los alumnos, de diez años como máximo, y los profesores de esta escuela de 500 estudiantes, en su mayoría hispanos, el fin de año estaba fijado para el jueves.
El oficial aclaró que la policía local no había informado de persecuciones de automóviles, lo que parece sugerir que el accidente de tráfico no fue provocado.
El joven murió durante un tiroteo con la policía. Dos agentes también sufrieron heridas leves, dijo el gobernador Abbott.
Según Pete Arredondo, jefe de policía del Distrito Escolar de Uvalde, a cargo de la investigación, el atacante actuó solo.
Los investigadores están tratando de obtener «información detallada sobre el perfil» del asesino, «sus motivos, el tipo de armas utilizadas y sí tenía permiso para poseerlas», dijo Abbott.
El sargento Estrada dijo ignorar si la policía tenía conocimiento del joven.