En menos de una semana, la flota morenista aldeana ha demostrado su arrogante ignorancia e incapacidad, amén de lo buenos que salieron para el billete.

Primer acto. El caso de Viridiana empieza a tener visos de tragedia. Encontraron su credencial del INE en Chachalacas, lo mismo que restos humanos que no han logrado identificar. Ojalá y no se trate de la misma persona, pero en todo caso, pertenecen a otra cuya familia habrá vivido su propia tragedia.

Tuvo que ser la gente la que hiciera el trabajo de la Fiscalía donde en realidad no sirven para un carajo: confunden asesinos, dejan de investigar desapariciones porque suponen que están “resguardadas” con su pareja o salen a declarar cualquier cantidad de sandeces mientras los ministeriales cobran piso hasta para investigar el robo de una motocicleta.

El mandatario se debe disculpar con la familia. Viridiana nunca estuvo resguardada por nadie, sólo por la estulticia de quien cobra de gobernador pero trabaja como triste imitador del Presidente. No tuvo seguridad ni el interés de las autoridades por buscarla porque suponían que se había ido con el novio o huyendo por violencia.

El peor y más vergonzoso roznido fue el que eructó otro títere que se hace llamar María del Rocío Villafuerte Martínez -encargada del IVM-, quien rechazó que el gobernador haya cometido un error al decir que Viridiana Moreno se encontraba «resguardada», porque el ínclito inquilino de palacio siempre es muy cuidadoso en sus declaraciones. ¡¡Hágame el favor!! ¿Y así ven a sus hijos a la cara? Pobre personaje.

¿Qué van a decir ahora? Que los medios son los responsables del desenlace o las personas que se han dedicado a buscarla, porque si no lo hubieran hecho, nadie se hubiera enterado. Por desgracia, es posible que en algunos días sólo saldrán a vomitar la hiel de su incompetencia, culpando a todos de la suerte de una víctima más.

Segundo acto. En el asunto de las medicinas que estaban en las bodegas hubo transa e idiotez, que no se borrarán por más notas pagadas en los medios, difundiendo fotos de camiones que las reparten con meses de demora. Eso lo hubieran hecho a tiempo, cuando los niños necesitaban sus tratamientos. Cínicos.

Nunca hubo coordinación con en Insabi, por eso los exhibieron. Era tan evidente el desmadre que ni el pejecillo de las perdonó, aunque esta vez la reata se rompió por el nudo y terminaron corriendo al más inútil.

Alor debió irse hace muchos meses. Era una nulidad. No fue capaz de reabrir ni siquiera el hospital pediátrico de su tierra. Fue el títere de la pandemia y fue un cero a la izquierda en el manejo de la lana de la Secretaría. Esa la operaban desde la Subse de Sefiplan y palacio de gobierno.

El doctor de las limpias no era más que un simple e ignorante firmante. Que ruegue porque Morena repita en Veracruz porque el pase VIP al bote ya lo tiene.

Tercer acto. Mientras la tribu morenista se hincha las bolsas de dinero mal habido revolcándose en el estiércol de la corrupción, miles de jarochos no saben qué hacer para conseguir un empleo y llevar comida a su casa. En tres meses, en Veracruz más de ¡72 mil paisanos! se quedaron sin chamba, algo así como 800 cada día. Brutal.

Y eso nos da en la madre a todos. Son 72 mil personas que no tienen dinero, que dejarán de consumir y que harán que muchos otros negocios quiebren. Familias que no tendrán billete para darle a sus hijos para la escuela, que les dejarán de comprar ropa y que tendrán que sobrevivir de cualquier forma.

Para el gobierno, eso vale madres. El único y floreciente negocio es del gobierno cuatroteísta. Hay que chingarse la lana del Congreso, del Tribunal y del Gobierno para acarrear a la gente y llevarla a votar en las locuras de enjuiciar a ex presidentes y ratificar al presidentito. Miles de millones que nos hubiéramos ahorrado si sólo aplican la Constitución. Ah, pero se atreven a presumir que hay reactivación económica.

Estos tres casos confirman que el mandatario estatal ni por asomo se parece a Ruiz Cortines. Es lo más cerca a un pobre diablo. Sólo en la delirante y retorcida imaginación de su mentor podría caber tal comparación. En lo único que se parecen es que ambos fueron gobernadores de Veracruz: uno en su camino a ser Presidente de México y el otro, favorecido por la casualidad y el encabronamiento de la gente.

Aplica la obradoriña: ¡Váyanse al carajo

LA RATONERA

Con absoluta hipocresía, la CEAPP y el Congreso echan a andar un Programa Estratégico de Libertad de Expresión para que no sucedan más agresiones contra periodistas. Bien podrían empezar con darles con trato digno en su ingreso al palacio legislativo y dejar de amenazar comercialmente a quien se niegue a quemarles incienso y aplaudirles como focas.