Con gran humor y una gran afluencia, el fotógrafo Miguel Fematt, presentó en Flavia Galería, un catálogo que recopila casi 40 años de trabajo en la exploración del cuerpo masculino. Un trabajo que, a decir de su autor, “tuvo que haberse publicado hace mucho”, pero con alegría se congratula en haberlo dejado madurar para presentarlo a los amantes de este arte.

El fotógrafo estuvo acompañado por el artista multidisciplinario y editor Omar Gasca, quien expresó que este libro es “un pretexto para reunir a los amigos y hacer un poco de memoria, porque a veces se nos olvida”.

Sobre este último punto, destacó que el trabajo de Fematt ha sido disruptor desde sus inicios a finales de los años 70, cuando “no había muchas libertades para exponer el cuerpo masculino ni femenino”, por lo que Fematt tuvo que enfrentarse a la censura, saliendo avante al final.

Tras la juguetona presentación de Gasca, Fematt procedió a compartir con los asistentes parte de algunas series que se compilaron en el libro, tales como los de la serie “Primitivos”, que fue expuesta en la Pinacoteca Diego Rivera; “Sin pecado concebido” que gozó de gran éxito en Oaxaca y la más reciente “El hombre y la naturaleza”.

No soy un fotógrafo ordenado

A pesar de que los modelos de las obras de Fematt son atléticos y atractivos, el fotógrafo confesó que varios de ellos son gente común y amigos en quienes haya algo destacable que decide retratar con su lente y dice entre risas “ya sé que parece que es el club de amigos de Miguel Fematt”, agregando:

“Mi trabajo siempre ha estado vinculado a procesos personales, no soy un fotógrafo ordenado, soy más desordenado. Voy trabajando conforme me van inspirando los angeles, conclusión los modelos son muy gente cotidiana, cercana a mis amigos”

Así, varios de sus modelos han sido estudiantes, gente que conoció en “discos”, en los camellones del semáforo, en sus caminatas, a los cuales convierte en Edipo, Adán, gladiadores, poetas, músicos, ángeles y quimeras.

Sobre la dificultad del desnudo en el sentido que puede hacer sentir incómodo a los modelos, explica “nunca me ha pasado que me encuentre con malas caras o que lastime el pudor, tengo muy claro que trabajo con seres humanos que merecen respeto. En las sesiones, nos desnudamos todos, reímos, tomamos vino (risas)”.

El fotógrafo también se refirió sobre los cambios generacionales que ha visto en los modelos con los que ha trabajado “ha sido muy placentero, los jóvenes de ahora tienen menos trabas, mis primeros modelos, nunca me costó trabajo pero cuando ya llevas tiempo de trabajo te das cuenta de que hay gente que está y que no está a la hora de la sesión” y agrega sonriendo que su facilidad para trabajar con gente joven “es cuestión de vocación, no es que yo me sienta joven, es que los veo a ellos viejos”.

Casi para concluir que su lenguaje de expresión “es la piel porque es universal, a todos nos despierta algo la piel y si es de otro mejor (risa)” y sobre este libro destaca que son “casi 40 años lleno de anécdotas y eso es muy bonito es como abrir una caja que tienes en una bodega y encuentras revistas, fotografías, cartas prohibidas, es como un viaje al pasado, como si estuvieras viendo tu película”.

Finalmente, Fematt comentó que este catálogo es sólo apra cerrar un ciclo tras su salida de la Facultad de Artes Plásticas, no obstante, tras una pausa por la pandemia se encuentra lleno de energía para continuar trabajando.

AVC

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