Si estás pensando en mudarte de casa o simplemente en reformar la vivienda donde vives en la actualidad, pues seguramente ya hay tema que tiene tiempo rondando tu cabeza y al que, hasta el momento, no les has encontrado una respuesta. ¿Qué cocina debo escoger, una de gas o una eléctrica y por qué?

En Yahoo Vida y Estilo a consultamos sitios web de fabricantes de estufas de distintos países y estudios de organismos gubernamentales en un intento por tratar de despejar la gran incógnita, pero, aunque no podemos decir si hay una mejor que otra (todo depende de las necesidades y gustos de cada persona) presentamos tanto los pro como los contra de las dos alternativas, con el objeto de que puedas tener insumos para tomar una decisión, sea cuál sea, de la manera más razonada posible.

El sitio y la geografía importa

La locación de la cocina es un asunto que se debe tomar en consideración a la hora de elegir entre una estufa de gas o una eléctrica. ¿Nuestra residencia dispone de una instalación de gas directo? Esta incógnita puede inclinar la balanza, porque de no ser así saldría mucho más económico y incluso seguro escoger una eléctrica, la cual apenas requeriría de trabajos de cableado; mientras que una de gas implicaría instalar tuberías y recurrir a bombonas de gas para alimentarla.

Otro aspecto para tomar en consideración es la matriz energética del país; es decir qué sale más barato el gas o la energía eléctrica. En países latinoamericanos como México, Venezuela, Bolivia y Argentina el gas natural tradicionalmente ha sido más económico que la energía eléctrica. Sin embargo, en los últimos tiempos, en especial tras la reactivación de la economía mundial luego de la pandemia del covid-19 y más recientemente por la invasión rusa a Ucrania, los precios internacionales de la energía han experimentado un alza considerable.

En países europeos como el Reino Unido, por ejemplo, las facturas eléctricas han subido 60% desde finales de 2021, lo cual que las cocinas que utilizan esta fuente de energía para funcionar sean menos atractivas en la actualidad.

Poniendo los aparatos en la balanza

Los restaurantes, cafeterías, hoteles y comedores de medio mundo prefieren las cocinas a gas. ¿El motivo? “El manejo del fuego y el control de la textura y sabor de los alimentos es distinto, más eficiente y minucioso (…) Esta modalidad garantiza a los cocineros la temperatura que necesitan de manera instantánea. También se puede proceder a enfriados más rápidos, lo que facilita “navegar” de fuego intenso a fuego lento en un abrir y cerrar de ojos. Este tipo de instantaneidad es especialmente importante cuando se elaboran recetas delicadas como salsas.

En muchas de ellas las temperaturas calientes que duran demasiado tiempo podrían significar la diferencia entre una consistencia cremosa y otra más bien liquida”, explican desde Ned Gia, el blog del gigante español de la energía Naturgy.

Pero a lo anterior también habría que agregarle el costo económico, el gas como ya mencionamos anteriormente es más económico que la energía eléctrica y eso permite tener los fogones encendidos de manera ininterrumpida en muchos casos. Y, por último, no se puede olvidar que en este tipo de cocinas se pueden utilizar cualquier tipo de ollas y sartenes, mientras que en las eléctricas no.

Sin embargo, en áreas residenciales los argumentos anteriores ya no tienen tanto peso. Así las cocinas tanto de vitrocerámica como de inducción tienen como ventajas que son más fáciles de limpiar que las de gas y mucho más estéticas, destacan desde el fabricante español Vitrinor.

Por si fuera poco, el Ente Nacional Regulador del Gas de Argentina (Enargas), en un estudio publicado hace un par de años por la prensa local, afirmó que “una cocina a inducción tiene una eficiencia cercana al 82%, mientras que en una cocina a gas natural la eficiencia es del orden del 50%. La paradoja es que los usuarios pagan una tarifa mayor por utilizar este equipo -a electricidad-, supuestamente más eficiente”.

Otro inconveniente es que las estufas eléctricas siguen siendo más costosas que sus pares de gas, aunque ciertamente cada nuevo modelo es mucho más eficiente. Sin embargo, el gran enemigo de las cocinas a gas es la posibilidad de que se produzca un accidente, debido a que se deje una hornilla mal encendida o porque se produzca fuga del hidrocarburo.

Una evaluación de los pros y contras y la realidad del país donde te halles podría ayudarte a escoger el equipo que más te convenga.

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