Por segundo día consecutivo, rescatistas trabajaban el domingo levantando enormes cantidades de escombros de lo que fue un lujoso hotel en la capital de Cuba que tras una explosión el viernes dejó 27 muertos y decenas de lesionados.
Mientras, un grupo de jóvenes realizó una vigilia en las inmediaciones del Hotel Saratoga por las víctimas del siniestro, colocando velas para dar “luz” a Cuba y en solidaridad con las familias. En el resto de la ciudad, muchos cubanos trataban de volver a la normalidad para conmemorar el Día de las Madres.
Al menos 19 personas fueron reclamadas como desaparecidas por sus familias desde que ocurrió el siniestro, informó en la noche del sábado el gobernador de la capital, Reinaldo García Zapata. Entre ellos, dos familias que permanecerían bajo los escombros de un edificio contiguo.
Las calles aledañas, incluyendo la céntrica avenida Prado se veían más despejadas de cascajo y basura lanzada por la estampida, pero también se podía observar mejor el nivel —todavía no cuantificado— del daño provocado. El área permanece con acceso restringido.
Las fachadas desprendidas por completo, como en una casa de muñecas, dejaban ver no solo el interior del centro turístico, sino el de las construcciones de apartamentos aledaños: sofás de sala, cuadros con fotos familiares todavía colgados milagrosamente en las paredes, sillas y mesas descuartizadas, camas y colchones.
La cifra de muertos alcanzó las 27 personas, entre ellos cuatro niños y una mujer embarazada, indicó el Ministerio de Salud, al tiempo que confirmó que la cantidad de heridos alcanzaba los 81, de los cuales 37 permanecían hospitalizados y 17 habían recibido alta médica.
Hasta ahora las autoridades han reportado que las causas del siniestro fue una fuga de gas provocada por un camión cisterna con ese fluido y que prestaba servicio al hotel, una construcción neoclásica enclavada en La Habana Vieja.
El domingo también el papa Francisco expresó desde Roma su solidaridad con las víctimas, exhortando a orar por ellas y sus familias.
Reporte Indigo