El plan contra la inflación presentado por el presidente Andrés Manuel López Obrador generó preocupación entre empresarios y académicos, debido a que no ven una estrategia clara para contener los efectos económicos generados, primero por la pandemia de covid-19, y ahora por la guerra de Rusia contra Ucrania.
Los puntos que fueron presentados durante la conferencia matutina de este miércoles, plantean, entre otros aspectos, que los empresarios garanticen precios de garantía para por lo menos 26 productos de la canasta básica, así como no aumentar los costos en servicios como telefonía e internet en lo que resta del año.
Sin embargo, cámaras empresariales y economistas ven con recelo las medidas dado que además de pedirles “amarrarse el cinturón”, no hay una estrategia definida para el apoyo a este sector, más allá de garantizar no incrementar los costos de las casetas en manos de Caminos y Puentes Federales de Ingresos (Capufe).
Incluso advierten que las medidas propuestas por el presidente son un recicle de las políticas que se han impuesto en otros gobiernos como el de Miguel de la Madrid o de Carlos Salinas de Gortari, sin que en su momento tuvieran un resultado positivo.
El vicepresidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Juan Manuel García González, señaló que la inflación depende de factores externos que han provocado que las cadenas de suministro se hayan roto primero por la pandemia y luego por el incremento de precios generado por la guerra.
Señaló que mientras antes de la pandemia un contenedor costaba dos mil dólares de China a México, actualmente cuesta hasta 18 mil dólares, por lo que las medidas de contención propuestas por el Gobierno pueden no ser suficientes.
“El esfuerzo del Gobierno es bueno pero ya hemos tenido en ocasiones anteriores controles de precio, los famosos pactos con Miguel de la Madrid y posteriormente con Carlos Salinas de Gortari pero hoy en una economía de libre mercado salen sobrando. Estamos en una oferta y demanda global, lo que nos trae es requerir materiales de diversos países, principalmente de insumos tan básicos como granos y fertilizantes y esto se ve afectado no solo por costos sino por una guerra”.
Dijo que pedir que no se incremente el precio del kilogramo de tortilla es imposible porque los insumos con los que se realiza, que van desde el maíz hasta la luz eléctrica que se usa, siguen aumentando no solo a nivel nacional sino internacional.
“El control de precios lo hemos visto y no es un control real, se tiene que hacer de manera artificial y generalmente no da buenos resultados. Lo más importante es que hay una dinámica global y se requiere incentivar la producción, se debió haber hecho en la pandemia, a las empresas de todos los nichos para que tuviéramos un desarrollo fuerte, un desarrollo de cadenas de desarrollo, de suministro”.
Además, advirtió que desde el inicio de la pandemia los empresarios han tenido que soportar las pérdidas económicas sin un apoyo claro de las autoridades, por lo que pedirles nuevamente aguantar con pérdidas traerá menor movilidad de la economía y con ello más desempleo y mayor pobreza.
“Aunque nos quiera pasar la estafeta de las pérdidas, hay que decir que ya la tenemos. Obviamente nos hemos ajustado; por poner un ejemplo, si antes se vendía el pan y tenía una ganancia de un 1.50 pesos por pieza, hoy le están ganando 80 centavos. Es obvio que los márgenes de ganancia son reducidos y no se puede subir el precio porque sales del mercado. Las pérdidas ya las tenemos nosotros, no se van a oficializar, quienes pierdan dinero se van a salir del negocio y habrá desempleo, vamos realmente por un camino realmente equivocado”, dijo.
E insistió en que la inflación impacta en mayor medida a la población más vulnerable y que ni siquiera los apoyos que otorga el Gobierno federal son suficientes para atender estos incrementos.
“Al que le pega más es a las personas menos favorecidas, así le entreguen los apoyos que les den, porque no alcanzará y habrá más pobreza alimentaria porque al alcanzar para menos, las familias van a comprar menos”.
Por ello, dijo que es momento de hacer un gran pacto por la productividad, y ver de dónde se sacan recursos para inyectar seriamente a la producción de maíz y que vaya acompañado de una estrategia de comercialización.
“Que desaparezca Liconsa y Dichosa porque no sirven para nada, que los micro empresarios puedan participar de las utilidades, ya sea que tengan una sola hectárea de maíz. Se trata de tener un subsidio claro para sectores desfavorecidos, pero no con programas como Sembrando Vida porque se debe atender a cada productor para aumentar su capacidad y lograr buenos productos en el sector primario y luego ir escalando al sector secundario”.
El riesgo es perder competitividad
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Xalapa, Carlos Arturo Luna Gómez, señaló que si bien puede considerarse como un “buen plan”, se requiere valorar si estas medidas de contingencia se pueden sostener porque el riesgo que se corre es perder competitividad al frenar el libre mercado.
“Estamos perdiendo dinero, no se compensa, se están controlando los precios pero al final del día sabemos que eso lleva a una diferenciación importante con respecto a los precios”.
El empresario señaló que aún con las medidas que se plantearon, el país no puede sustraerse de lo que ocurre a nivel internacional, por lo que si la iniciativa privada asume las pérdidas provocará resultados negativos.
“Los costos al final los asume la población, los empresarios tenemos afectaciones importantes porque nos están pidiendo contener, pero quienes generan empleo y dinamizan la economía somos los empresarios a través de las pequeñas y medianas empresas, que son las más vapuleadas”.
Luna Gómez dijo que las medidas deberían incluir eliminar la sobre regulación del mercado, incentivar la inversión nacional e internacional, con aranceles competitivos, promover el emprendedurismo, entre otros temas.
Urge apoyo del Gobierno federal a la IP
El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Xalapa, Juan Carlos Díaz Morante, indicó que la inflación ha alcanzado niveles históricos por la guerra entre Ucrania que es el principal productor de granos a nivel mundial y Rusia que es productor de gas.
Dijo que por ello es igualmente importante establecer precios de garantía en la canasta básica pero también eliminar la carta porte para los transportistas de productos pues dijo que de esa manera se reducen costos.
“Está afectando al mundo, hay muchos productos que han aumentado entre 13 y 22 por ciento y vemos positivo que se suspenda la carta porte para tratar de evitar los costos”, dijo.
El empresario comentó que ante este panorama es necesario que el Gobierno federal brinde apoyo a la iniciativa privada; consideró que se debe llegar a acuerdos importantes si se mantienen los canales de comunicación.
“Creo que cuando hay diálogo entre empresarios y gobierno se pueden llegar a buenas cosas y eso es lo que queremos, dialogar, necesitamos que haya ese compromiso de las autoridades federales para los empresarios para que no se vean tan afectados en las utilidades porque estamos saliendo de los efectos de la pandemia”.
Plan copia estrategia establecida por Salinas de Gortari y De la Madrid
El investigador economista de la Universidad Veracruzana (UV), Hilario Barcelata Chávez, señaló que lo presentado por el Presidente es una estrategia que se vivió en la década de los años 70, y que la experiencia marca que el control de precios se traduce en el desbordamiento de la capacidad de producción y con ello se genera escasez.
“El control de precios remite a una situación que vivimos en el pasado, en los 60, 70’s cuando la canasta básica estaba sujeta a los controles de precio pero lo que sucedió y sucede normalmente es que los costos terminan por superar el precio fijado y desborda la capacidad de producción y genera desabasto”.
Dijo que tras el desabasto hay escasez y mayor inflación, pues explicó que el control de los precios se manejaron de manera unilateral y en los años 80 con el gobierno de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari como secretario de Programación y Presupuesto, propusieron un pacto para la estabilidad y crecimiento con el apoyo de los sectores similar al que presenta el Presidente.
“Suena al programa que se implementó en aquel momento y llama la atención por lo mucho que ha criticado al ex presidente Salinas de Gortari y resulta que el plan es una copia de lo que propuso Salinas cuando la inflación se desbordó”.
El investigador agregó que intentar controlar la inflación a través de los precios de garantía cuando la causa de esta tiene factores internacionales no logrará un impacto y, en cambio, podría generar desabasto y el incremento de los costos una vez que concluya el control pretendido.
“Los productores están aguantando ese incremento de los precios y no lo reflejan en su totalidad para no hacer todavía más alta la inflación, es aguantar a costa de los empresarios porque son ellos quienes van a pagar”.
Barcelata Chávez advirtió que aún con estas medidas la inflación seguirá avanzando y los empresarios tendrán que pagarlo sin poder trasladar el aumento de los precios sin trasladarlos al consumidor final que podría generar cierre de empleos.
AVC/Perla Sandoval