Científicos de la Universidad de Newcastle han encontrado bacterias que se adhieren al plástico en las profundidades del mar y que pueden permitirles ‘hacer autostop’ a través del océano.

El equipo mostró por primera vez que estas bacterias amantes del plástico de aguas profundas representan solo el 1% de la comunidad bacteriana total. Al informar sus hallazgos en la revista Environmental Pollution, el equipo descubrió que estas bacterias solo se adhieren al plástico y a superficies como la piedra.

La investigación destaca que estas bacterias pueden «hacer autostop» en las profundidades del mar adhiriéndose al plástico, mejorando la conectividad microbiana en entornos aparentemente aislados.

Para descubrir estos misterios de la ‘plastisfera’ de aguas profundas, el equipo utilizó un ‘lander’ de aguas profundas en el Atlántico nororiental para hundir deliberadamente dos tipos de plástico, poliuretano y poliestireno, en las profundidades (1800 metros) y luego recuperar el material para revelar un grupo de bacterias amantes del plástico. Este método ayuda a abordar el problema de cómo los plásticos y, posteriormente, nuestra comprensión de la ‘plastisfera’ (comunidad microbiana adherida al plástico) se muestrea en el medio ambiente para proporcionar resultados consistentes.

Los científicos observaron una mezcla de bacterias vivas diversas y extremas, incluida Calorithrix, que también se encuentra en los sistemas de ventilación hidrotermal de aguas profundas, y Spirosoma, que se ha aislado del permafrost del Ártico. Otras bacterias incluyeron el Grupo Metilotrófico Marino 3, un grupo de bacterias aisladas de filtraciones de metano en aguas profundas, y Aliivibrio, un patógeno que ha afectado negativamente a la industria de la piscicultura, destacando una creciente preocupación por la presencia de plástico en el océano.

En su trabajo más reciente, también encontraron una cepa originalmente aislada del RMS Titanic llamada Halomonas titanicae. Si bien el microbio que se alimenta de óxido se encontró originalmente en el naufragio, los investigadores ahora han demostrado que también le encanta adherirse al plástico y es capaz de degradar el plástico de baja cristalinidad.

«El mar profundo es el ecosistema más grande de la tierra y probablemente un sumidero final para la gran mayoría del plástico que ingresa al ambiente marino, pero es un lugar desafiante para estudiar. Combinando expertos en aguas profundas, ingenieros y microbiólogos marinos, nuestro equipo está ayudando a dilucidar la comunidad bacteriana que puede adherirse al plástico para revelar el destino final del plástico de aguas profundas», dijo en un comunicado Max Kelly, estudiante de doctorado de la Facultad de Ciencias Naturales y Ambientales de la Universidad de Newcastle y primer autor del estudio.

Los microplásticos (fragmentos con un diámetro inferior a 5 mm) constituyen el 90% de los desechos plásticos que se encuentran en la superficie del océano y la cantidad de plástico que ingresa a nuestro océano es significativamente mayor que las estimaciones de plástico flotante en la superficie del océano. Aunque las bacterias amantes del plástico encontradas en este estudio representan una pequeña fracción de la comunidad que coloniza el plástico, destacan los impactos ecológicos emergentes de la contaminación plástica en el medio ambiente.

europapress.es

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