Para muy pocos resulta un secreto la distancia que se ha generado (de un tiempo para acá), entre el secretario de gobierno, Eric Patrocinio Cisneros, y el gobernador Cuitláhuac García. Ya no existe aquella camaradería de antes.
El motivo es claro: el segundo en el esquema organizacional se excedió (según creencias de Palacio Nacional), en sus tareas de “bad cop” (policía malo), o en ser la cara confrontante del actual mandato morenista, situación que provocó una fuerte llamada de atención por parte de AMLO (vía Adán Augusto López), para el gobernador García.
Buena parte de la gente que rodea al secretario de gobernación considera que Cisneros Burgos ha quitado (de manera clara), protagonismo a Cuitláhuac García, asunto que consideran inconveniente en las oficinas de Bucareli de la CDMX, ahí donde despacha el segundo tabasqueño más encumbrado del país.
Si bien es cierto las dos plazas de aspirantes a la candidatura de Morena pertenecen a Rocío Nahle y Sergio Gutiérrez, hay “velitas encendidas” en algunos integrantes del equipo de García Jiménez, y una de ellas la tiene prendida Cisneros Burgos, quien también sueña con una posición en el congreso o el senado.
Según palabras de la gente que rodea a los dos López de Palacio Nacional, el único con “permiso para mostrarse moderadamente y sin golpeteo” (por petición directa del gobernador), es Zenyazen Escobar. “En estricto sentido todos tendrían la oportunidad de aspirar y hacerlo público, de acuerdo a la voluntad de AMLO, pero evitando las agresividades entre compañeros de movimiento”, me afirman.
“Que las actitudes de ataque sean hacia la oposición y no contra nosotros mismos, el que lo haga de otra manera se equivoca”, advierten en Palacio Nacional.
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