Continua Veracruz en los primeros lugares con más casos de VIH-SIDA, mortalidad femenina, y con el binomio VIH-Tuberculosis, a tal grado que la pandemia se ha feminizado por el alto número de mujeres que lo contraen, indicó la integrante del Grupo Multisectorial VIH-Sida, Patricia Ponce.
En la actualidad, son aproximadamente diez mil pacientes con VIH -SIDA que acuden a recibir atención en alguno de los Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (Capasits) de la secretaría de Salud de Veracruz; en tanto que a clínicas y hospitales de IMSS, son más de dos mil; mientras que en hospitales de Pemex se desconoce la cantidad, refirió.
“Somos el estado que más mujeres aportamos al contexto nacional con VIH y con Sida, tenemos el primer lugar con el binomio VIH-Tuberculosis, somos el primer lugar dónde más nacen niños y niñas con VIH, somos un estado con muchos focos rojos, somos un estado donde la epidemia se ha feminizado”, expuso Patricia Ponce.
Aclaró que el alto número de mujeres con VIH Sida, no se centra en las trabajadoras sexuales, sino en jóvenes universitarias, en amas de casa y en las habitantes de comunidades indígenas.
La investigadora del Ciesas -Golfo refirió que el personal de la secretaría de Salud y Dirección de Servicios de Salud de Veracruz (Sesver) se ubica en el tercer lugar a nivel nacional con más denuncias por violaciones a los derechos humanos.
“Si se están atendiendo, pero no es suficiente, aquí tienen que ver problemas sociales, de pobreza; las personas con VIH que no tienen seguridad social que son más del 50 por ciento tienen que recurrir a los hospitales de la secretaría de Salud y si todavía hay fallas y violación a los derechos humanos” indicó.
En el sur de Veracruz, más de la mitad de personas atendidas en el Capasits en Coatzacoalcos, Córdoba y Orizaba son indígenas provenientes de localidades rurales.
Otro de los problemas es que en el sur de Veracruz, las personas con VIH deben viajar a Coatzacoalcos para atenderse en el Capasits, y los que habitan en municipios del centro del estado son obligados a acudir a Río Blanco, pero por tratarse de personas con escasos recursos se les dificulta pagar el pasaje del transporte público.
“Y esa población que atiende el sector salud estatal son los pobres, los migrantes, los indígenas, la gente que vive en el espacio rural, y eso impide tener rápido el medicamento”.
Citó como ejemplo de la forma de adquirir el VIH, a las personas de comunidades indígenas de Veracruz que emigran a Cancún, Quintana Roo como trabajadores de la construcción, y luego regresan a sus hogares sin saber que tienen la enfermedad y lo transmiten a sus esposas.
Son hombres y mujeres ya tenemos generaciones de hijos hijas huérfanos, muere él, muere la esposa, y se quedan los hijos” indicó.
Otro de los problemas en Veracruz es la detección tardía del VIH, esto es que las personas cuando llegan a hacer la prueba, ya llevan entre 5 y 10 años con el virus en su organismo.
“Llegan cuando ya casi se van a morir. Ya no deberían de morir, una persona que se detecta y lleva el tratamiento al año que lo adquirió a más tardar, va a morir cómo cualquier mexicano o mexicana, el problema es que la detección es muy tardía” informó.
AVC/Verónica HUerta
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