Durante los últimos años, el número de usuarios de Internet en México ha crecido de manera constante. Según datos de Statista, en 2021 el país contaba con 90 millones de usuarios, lo que equivale a 71% de la población. No obstante, dentro de los países latinoamericanos, México se encuentra en la posición 15, muy lejos de Chile, líder de la clasificación en este rubro, con 92% de sus habitantes gozando de acceso a la red.

El grupo de edad que más utiliza internet en México es el de 25-34 años y la actividad más popular es el acceso a Social Media. En cuanto al comercio electrónico, 65% de la población dijo que ha realizado al menos una compra en línea, lo que significa que los negocios digitales llegan aproximadamente a 50 millones de personas. El medio preferido de la inmensa mayoría de internautas para efectuar compras es el teléfono inteligente.

Barreras

Para los millones de mexicanos que aún no tienen acceso a internet, el principal obstáculo es el económico. Este problema se acrecentó durante la pandemia por COVID-19 y provocó que muchos niños y jóvenes no pudieran continuar sus estudios. Asimismo, muchos adultos no pudieron acceder al mundo digital para encontrar trabajo o mantener el que tenían. Por último, millones de mexicanos que requerían atención médica no pudieron recurrir a las herramientas y plataformas electrónicas para darle seguimiento a su salud. La brecha digital sigue causando estragos en la población mexicana y acrecentando las desigualdades sociales y económicas.

Más que acceso

Si bien el primer paso para cerrar la brecha digital es hacer crecer la infraestructura digital y bajar los costos de acceso, aún queda mucho por hacer. El cómo se utiliza una herramienta es tan importante como tener acceso a ella. La “alfabetización digital” se refiere al hecho de poder comunicarse y conectarse dentro del mundo digital, haciendo uso de habilidades y competencias tanto cognitivas como técnicas. Por ejemplo, saber utilizar plataformas, aplicaciones, herramientas y sistemas operativos, así como programar, grabar y editar video, son ejemplos de algunas de esas habilidades y competencias. Antes, saber leer y escribir se consideraba alfabetización y era el primer paso hacia la inclusión y el desarrollo humano. En el mundo contemporáneo, lamentablemente, eso ya no es suficiente.

El reto para México es, entonces, crear las condiciones necesarias para que cada vez más mexicanos puedan acceder a internet. A su vez, será necesario desarrollar planes, proyectos y programas para que niños, jóvenes y adultos por igual puedan desarrollar las competencias y habilidades necesarias en la materia. El sector público deberá capacitar a su fuerza laboral en materia digital para hacer la colaboración más eficiente y así poder brindar mejores servicios a los ciudadanos. Las instituciones educativas deberán reformar sus planes de estudio. El sector privado deberá fijar la vista en las oportunidades de emprendimiento y de negocios que ofrece el mundo digital, ya sea a través de la creación de plataformas de comercio electrónico o bien, utilizando herramientas digitales para hacer más eficientes sus operaciones y crear valor para los consumidores.

Es imperativo centrarse en la inclusión digital antes de que sea demasiado tarde. Las desigualdades en nuestro país se acrecentaron debido a la pandemia de COVID-19, pero se pueden acrecentar aún más si la brecha digital persiste, no solo en cuanto acceso, sino también respecto a las habilidades digitales. La colaboración entre los sectores público, privado y civil será fundamental. Todos ellos pueden beneficiarse si adoptan una mentalidad digital que conecte e integre cada vez a más mexicanos.